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lundi, janvier 31, 2011

Sobre el documento de Arguedas...

Hay días en que la "bêtise" humana, me deja sin palabras (a propósito de un comentario en el FB sobre Egipto y la posibilidad de que los islamistas, que no es igual a musulmán, tomen el poder...). Esta palabra, "betise" expresa mejor que en castellano lo que deseo decir. Sobre mi documento de Arguedas que nadie ha comentado en el FB (ya dije que lo copié del blog de Jaime VL, Revolución diversa, y tampoco han habido comentarios...), pensaba que una de las razones que me dejaban un poco perpleja y alejada del tema, era la razón por la cual Arguedas se servía de categorías coloniales como blanco o indio para referirse a los demás peruanos (no hablando de una sociedad de ciudadanos, sino de castas). Es decir, su manera de ver el mundo siempre me ha parecido esencialista, como si el mundo andino tuviese un valor inamovible, fijo y cerrado en sí mismo (lo que significa excluyente, y  a la larga, un mundo tabú). Cuando llegaba a la sierra, sentía que vivía en una sociedad poco democrática, de endógamos y exógamos, los endógamos eran los que compartían la misma cultura y el mismo idioma (el quechua), los endógamos y extranjeroas (me olvidaba de mi "a") loas que no compartían o formaban parte de ese mundo. Y creo que yo, que era le producto de una toma de consciencia (diferida) sobre esos valores  que se convertían en valores de intercambio social maniqueos, solo podía sentir desarraigo. Desarraigo por pertenecer a varias culturas y no querer fijar ninguna identidad!! , desarraigo por la necesidad de participar en ese mundo y no descifrarlo. Cuando una lee a Arguedas siente que sentía el mundo andino como suyo, a lo mejor sacralizado por el recuerdo, pero que expresa una inocencia y una fuerza que no podemos ignorar, como tampoco podemos ignorar que vivía una época, un Perú distinto del que yo he vivido (en pleno gobierno de Velasco Alvarado), y que a veces sus ideas, sobre el mundo andino, le pertenecen, y que no podía ser de otra forma. En el documento, por otra parte, siento una especie de fetichismo con el personaje, ¿ se le lee, se le presta verdadera atención?

Sobre la crítica que podría surgir después de lo escrito antes, es el hecho de que hablamos mucho, en crítica literaria, en política, de post-modernidad. La post-modernidad es una crítica de los valores dominantes de nuestro tiempo, el primer post-moderno es Nietszche, con la religión, con los valores que han fundado nuestra civilización (su idea de apolíneo y dionisiaco) y que nosotroas hemos vivido, en el arte, en la literatura como epigonales, es decir, sin un pensamiento crítico que la acompañe. Al menos esa es mi impresión.... En la literatura, creo que nuestro paso ha sido inconsciente, sin que nos demos cuenta, y seducidoas por el pastiche (el arte en la era de la reproducción, como decía Benjamín), pero de ninguna manera como una crítica  las categorías morales, estéticas y filosóficas que nos tocó vivir. Todo ha quedado muy limado (con la idea de que la literatura no es política) y casi siempre los personajes responden a un arquetipo convencional,  muchas veces de novela sociológica, que debe ser fiel a la realidad,  o a una hibridez que no reflexiona sobre lo que propone. Yo no creo que sea realmente post-moderno  concebir personajes que corresponden a un molde social convencional (comparto con Ranciere que la idea de democracia, es justamente romper esos moldes), que son imagos, o análogos a él... Y además, creo que ya no estamos hablando de post-modernos sino de una nueva forma de modernidad, una crítica justamente de la post-modernidad como una relativización general, la desaparición del autor(a) etc... Modernos en el sentido de mantenernos alertas para protestar contra cualquier molde, en la crítica, en las ideas... Al menos, yo, lo leo así.  Siento que hemos hecho mucho pastiche, que estamos creando lentamente nuestros prototipos de novela, nuestro propio relato, y que a lo mejor, se quedará en un balbuceo. Que sea música, no sé. El balbuceo tiene también un valor de repuesta, de rebelión, y hasta de renuncia...

4 commentaires:

vargasluna a dit…

Sólo quería anotar que, aunque es verdad que Arguedas usa categorías coloniales como indio, cholo y misti (lo que no debería extrañarnos en alguien nacido en 1911), sobre todo si pensamos que la condena social a la distinción de razas recién se hizo sentido común tras la Segunda Guerra Mundial; él mismo las problematiza, tanto en sus trabajos antropológicos como en Todas las sangres y El zorro de arriba y el zorro de abajo, sus dos últimas novelas, en las que construye personajes de identidades complejas. Además, su frase sobre la posibilidad de que un hombre no envilecido por el egoísmo pueda vivir en el Perú "todas las patrias" señala precisamente el camino de la apertura. Arguedas no propone que cada quien viva "su" patria, sino que cada uno viva "todas" las patrias. Arguedas, si le prestamos atención es harto más capo y complejo de lo que parece.
Un abrazo,

j.-

Patricia De Souza a dit…

Lo que yo me pregunto, querido Jaime, es por qué, a pesar de que fuese el discurso dominante de su tiempo, no tomó distancia con él... como yo entiendo la escritura como un proceso de des-alienación, de respuesta crítica, se me hace un enigma... Repito, Jacques Ranciere, en su crítica a Sartre, dice que Flaubert sí ejerció una de-construcción de los clichés dominantes...

Patricia De Souza a dit…

Lo que yo me pregunto, querido Jaime, es por qué, a pesar de que fuese el discurso dominante de su tiempo, no tomó distancia con él... como yo entiendo la escritura como un proceso de des-alienación, de respuesta crítica, se me hace un enigma... Repito, Jacques Ranciere, en su crítica a Sartre, dice que Flaubert sí ejerció una de-construcción de los clichés dominantes...

Patricia De Souza a dit…

Lo que yo me pregunto, querido Jaime, es por qué, a pesar de que fuese el discurso dominante de su tiempo, no tomó distancia con él... como yo entiendo la escritura como un proceso de des-alienación, de respuesta crítica, se me hace un enigma... Repito, Jacques Ranciere, en su crítica a Sartre, dice que Flaubert sí ejerció una de-construcción de los clichés dominantes...