Este adverbio cada vez tiene más sentido, posterior, después, consecuencia... Hace un tiempo que tengo la intuición (no elaborada in fine) de que asistimos a una época de crisis de capitalismo, no como sistema económico (el capital y el mercado existen desde hace mucho tiempo, como me lo explicaba un amigo economista) sino del modo, de la forma, y de los valores que ha creado una economía de mercado. La crisis nos ha abierto los ojos sobre lo que significa vivir dentro de una lógica completamente capitalista, sobre el sentido que esto tiene y sobre sus consecuencias, sobre todo, qué significa la democracia y si realmente existe. Creo que algunos países de América Latina están buscando la salida a esta crisis, intentando ser creativos, Venezuela es uno de ellos, Brasil, Bolivia, Ecuador, y puede ser una larga lista, pero, y me da mucha pena, no sé si mi país, el Perú. Hay un laxismo general, una ceguera generalizada que se recuesta en cifras de crecimiento macro-económicas, sin tener en cuenta el aumento indiscriminado de la pobreza. Esa situación, tan poco digna para una gran parte de la población, me parece el mejor catalizador de que significa una democracia: allí donde sentimos que los niños no tienen educación ni futuro, ni los ancianos serenidad y respeto, o las mujeres, una promesa de libertad, hay algo que no va, que no encaja. Digan lo que digan las cifras económicas. Yo no soy economista, pero tal vez escribiría menos abrumada si sintiera que las cosas se van abriendo camino hacia una sociedad más justa, más humana....
Por supuesto que soy tan egoísta que me contento con mi Arcadia personal, mi jardín interior y mi terraza con vista al Ávila, aunque para no sentirme tan mal, pienso en la metáfora que alguien empleó el otro día y que me quitó una tonelada de culpabilidad: en un incendio un colibrí llega con una gota de agua, todos los demás animales se burlan y le dicen que para qué sirve la gota de agua (sic), y él contesta: hago mi parte, es lo que puedo traer en el pico...
Voila.... Y luego pensaba en Louis Ferdinand Celine y en la cantidad de artículos, incluyendo blogs, que han hablado del hecho de que Francia no acepte incluirlo en las festividades de este año. Se trata de "hombre y mujeres ejemplares" en la historia de Francia, y es evidente que moralmente Celine no puede ser considerado como un ejemplo, pero hay una doble moral, es decir, creer que todoas podemos ser mejores que Celine, y eso me inquieta. Es tan radical como condenar a muerte. Es cierto que Celine ha escrito panfletos antisemitas, que además nunca se arrepintió de haberlo hecho y que vivió encerrado en su casa como un parfait salop, sin que se le mueva un pelo. Pero también creo que si Celine escribió como lo hizo (su estilo nervioso, ganchudo), fue porque era un perfecto paranoico cuyo chivo expiatorio era el judío, como lo fue para muchoas otroas franceses que colaboraron con la Ocupación nazi, sin sentir ningún remordimiento en denunciar a familias judías. Yo acabo de leer el libro de Elie Wiesel, La nuit, y ahí hallé algo que me golpeó mucho: que somos incapaces de soportar que otras personas (nuestros semejantes) saquen lo peor de nosotros, que nos hagan reaccionar con crueldad y maldad. ¿Qué se desarregla? Yo creo que es una patología del lenguaje que ya no puede incluir al Otro, sino que lo borra y lo excluye. El Dr Destouches, tal vez nunca le perdonó al pueblo judío despertar en él tanta fobia, pero sin duda, no ha sido el único en sufrir este desordenamiento del idioma, Drieu La Rochelle, Brasillac, etc.... Es terrible, pero yo prefiero atribuirla a una patología, porque me cuesta aceptar que podamos ser tan indiferentes al dolor de los demás. Cependant, sí creo que las personas moralmente débiles, en una situación de peligro, no, qué digo, incluso la más sólida, puede llegar a ser muy cruel... Todo es humano, eso no significa que no juzguemos o condenemos, pero difícil no tratar de comprender, y al hacerlo, el punto de partida es que toda persona es buena y que la maldad no existe. Existen cretinoas, mediocres, tontoas, y necioas, pero ¿alguien realmente malo, sano y capaz de sentir a otros con el idioma, existe?
Pregunta complicada y abierta. De todas formas habrá una serie de eventos, empezando por el centro Pompidou, que hará una serie de coloquios sobre Celine... Y, por lo general, son excelentes...
Tengo ahora que corregir 8o pag, terminar de leer los libros que amenazan con sepultarme, tomar mucho té Darlejeeling (soy una fetichista del té) y continuar trabajando y trabajando mientras pueda, y desee....
Ps: entre los libros que estoy releyendo Los ríos profundos, de José María Arguedas, para una conferencia que deberé dar en Caracas, todo un acontecimiento, un poema compartido, además olvidé decir que ya salió el último número de Los noveles, revista digital que edita Luis Salvador: www.losnoveles.net, denle una mirada.
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