Hoy he caminado por las calles de Chacao, mirando tiendas y escaparates llenos de electrodomésticos, y otros artículos para la casa. Respiraba un ambiente de serenidad lenta, al compás de música del Caribe. Ninguna señal de hostilidad, al menos, yo no leo ninguna. Caminaba oyendo el programa de Raphael Enthovan sobre la relación de Nietszche con Voltaire (Nietszche le dedica uno de sus libros), arrullada por la suave voz de Enthovan, el cielo estaba azul cerúleo y las palmeras brillaban sacudidas por el viento. Ahora, intento de trabajar, pero hay agotamiento, no he dejado de bajar y subir las Lomas de San Román a pie, como una estoica, o como una hedonista que desconoce el cansancio. Todo goce tiene su precio....
Lectura de la revista peruana Qué hacer que publica una serie de artículos sobre la "Nueva izquierda peruana" (a raíz de la elección de Susana Villarán a la alcaldía de Lima), no encuentro ninguna reflexión, ninguna idea, ni críticas sobre qué se considera la "nueva izquierda", qué contenidos, qué significa como propuesta política, humana, y filosófica, al ultraliberalismo, salvo una larga lista de cosas muy concretas... lo que cuenta es lo coyuntural. Y como el análisis es pobre, la abandono, no quiero seguir aburriéndome.... me pregunto si estamos condenadoas a vivir sin pasado y sin futuro, en un presente instantáneo y fugaz. Creo que dije que mi impresión en Lima es que la sociedad hace vegetar a generaciones enteras al no proponerles nada, destinos sin futuro (que se decantarán por selección natural, sobrevive el más fuerte!!), sin brújula. Y sin sueños... Eso me ha dejado perpleja, paralizada por unos días, el tiempo de recuperar el aliento, como cuando regreso de caminar durante horas, para sentarme a escribir y sentir que todo esto tiene sentido.
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