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jeudi, juin 24, 2010

Ligereza

Dejar Lima no me es fácil, esl afecto, el espacio geográficoque rodea ese mar que le da ese aire de vacaciones eterno, regalándole su liviandas, su luz. A veces tenemos la sensación de que las cosas se repiten, pero no, un regreso, una llegada, puede ser un reencuentro. Y siento que me reencontrado conmigo cuando he estado allí, ese encuentro ha sido intenso y me ha cobrado su precio con una gripe pesadísima que me tiene medio limitada... Hay una presencia muy fuerte en todo mi país, una que no se ha extraviado, que se mantiene cerca de sus fuentes más importantes (después de haber vivido cuator años en México, percibía que Lima, pese a su costa, es muy andina), que no se deja comprar al mejor postor... Después de 5 horasde atraso en mi vuelo, llego a México, a un cambio radical (de la compañia y el tumulto de Lima, a la austeridad y restricción social del D.F), está lloviendo y estra agripada no ayuda para pasearse bajo la lluvia. Pero estoy contenta pensando como los aztecas que muchos malestares son un reacomodo del cuerpo al cosmos, que todo tiene una dosis de afecto, todo.

2 commentaires:

Simón dice a dit…

Pero a que no te quedas en Lima, te encanta y admiras lo europeo, en especial lo francés ¿no? como a todos los latinoamericanos de países tan pobres como Perú.

Patricia De Souza a dit…

No sé qué significa "lo europeo" (hay una esencia?) ni creo que el Perú sea tan pobre, es una aplicación de criterios únicamente económicos que no deberían definir un país. Y sí, quiero a Francia tanto como a Perú y nunca he disimulado mi afecto. Si no me quedo en el Perú es por razones muy concretas, aunque hace tiempo que vivo entre varios países, México, para empezar (han sido 4 años aquí), Perú, y pronto, Venezuela... o sea que respiro en latinoamérica... con todas mis fuerzas!!