Affectus ego est, Seneca
Una cosa es clara: Lima es rica en afectos, en miradas, en encuentros. La ciudad no ha crecido tanto como para separarar a las personas y los centros se han mantenido: Barranco, Miraflores, san Isidro, que son los clásicos, y los periféricos nuevos, Los olivos, Ventanilla, etc,.. que conozco menos...
Yo me recuesto en esos encuentros, la entrada en una librería donde alguien me reconoce y me da la bienvenida, la noche en un restaurante en Barranco con amigos queridos como Elba, Fernando, bajo árboles, en una antigua casa-rancho, gestos de afecto, frases, invitaciones, la vida es una fiesta... Anoche me encontré con Tola en un bar, conversamos, me contó algunos proyectos, regresé a mi mesa con mi querida amiga Tatiana, reímos un poco, la noche era fresca, luminosa... luego regresé a casa de Elba y la hospitalidad de mi habitación (es como otracasa Inicial donde la compañía es tan, tan cálida) fumé un cigarrillo mirando las plantas y en nuestro próximo viaje a Irlanda, pensé en el Bloomsday, en Leopold Bloom y las calles de Dublín, en cómo Joyce lo hace atrevesar calles y calles como si atravesara el tiempo, el lenguaje.. y en la vida como una travesía constante... El 16 fue el día, lo recordé por el blog de Assouline...
aunqque leo muy poco, el afecto, por ahora, me basta,...
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire