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vendredi, août 14, 2009

Los libros


Los libros se editan en estos tiempos removidos, casi por un milagro, es entonces una epifanía, un acotecimiento. Creo que todoas aquelloas que escribimos vivimos con la angustia de la edición: y después de este libro, qué? Conozco casos de editores que rechazan a autores de su casa, devuelven los manuscritos maltratados, rayados, profanados (pero existen excepciones, editores, en ese caso, editoras, que sigen creyendo en ellos y que, con muy pocos recursos, llevan adelante esta empresa difícil), y los que escribieron ese libro bajo la angustia, arrancándose un pedazo de vida, reciben esa respuesta tan dura, tan hiriente. Siempre pienso en eso, en aquelloas que pese a todo perseveran, pese a la contrariedad y la incertidumbre, es un trabajo heroico. La vida, por qué no podría ser suave, generosa, siempre alegre? Debería, pero no siempre lo es. Por eso cada libro, es un regalo de mi parte para aquelloas que sienten que no poseen un lugar en el mundo, es mi tributo, es mi homenaje. Suena pedante, pero no lo hago impelida por el orgullo, sino por uan forma de pasión ciega por mis semejantes, por mi especie.

Cuelgo la portada de Tristán, otro viaje a través de la mirada de los otros para saber mejor quiénes somos, seres de paso en este mundo, a los cuales solo les queda dar, ofrecer, celebrar con los demás.

2 commentaires:

Maldoror a dit…

Gracias por tus palabras, por ese sentimiento de solidaridad con los "desposeídos", con los "rechazados", aunque son de diversa categoría o capacidades, estos tienen algo qué decir. Si esta solidaridad tuya fuera de la mayoría de los que gozan de la publicación...
Los que buscan una voz, espero la puedan encontrar a través de tus obras.
y a correr a conseguir Tristán jeje

Patricia De Souza a dit…

Es un placer... y "no hay por dónde"...No, no hay nada que agradecer, de veras...