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mardi, août 08, 2017

Crítica de la vida moderna 2

regresa de hacer un recorrido por varios centros comerciales periféricos de Pau. La misma distribución de las ciudades, con parqueos inmensos, coonstrucciones de dimensiones inhumanas, enseñas, anuncios, un acoso permamente de la "sociedad de consumo" para la retina que se agota. Incluso la luz dentro del centro comercial es blanca, justamente para hacer que compres y te vayas rápido, automatismo de la sociedad neoliberal. Robotización del gesto. La trilogía trabajo-consumo-deshecho es un mandato, todo el mundo obedece, clase media mayoritaria que existe solo como consumista. La elite, los ricos, no tiene que soportar la monotonía de estos gestos, puede elegir. He ahí el gran lujo. Resultado he renunciado ir al supermercado sino es solo para comprar lo que no encuentro en las pequeñas tiendas Bio, o en el mercado central de la ciudad. Ahí existe aun "contacto humano",  lejos de las moles aplastantes de los centros comerciales que se parecen todos, absolutamente todos. Que sea Pau, París, Caracas, Madrid. O Lima. La misma vida chata y sometida, con avería simbólica.
Descubro que lso relojes Swacht no se reparan!
merde. Yo tengo un par comprados en Caracas que ahora son basura.
mala conciencia de burguesa que piensa en verde.
El centro de Pau cada vez más vacío, vamos unos días a París, en esta época es una ciudad para turistas, llena de turistas. Pero como unos amigos están fuera, nos dejan las llaves de su departamento y podemos pasar algunos días vagabundeando por sus calles, visitando parques y yendo a algunas exposiciones.
cada vez que miro la forma como está diseñada la ciudad, pienso en Henri Lefevbre y "su derecho a la ciudad", un momento, ¿esta ciudad? Pasa que estas ciudades están cuadriculadas, diseñadas con compás para que vayas siempre a comprar, el contacto humano es mínimo. ¿Cómo saldremos de la trampa del auto para ir a comprar, a la casa, a "dar una vuelta", como decía en Lima cuando era adolescente?
mucha gente no me comprende, cree que tengo una mirada pesimista. Y no, acabo de oír en la radio que en Francia hay que evitar el auto, cueste lo que cueste, de la misma manera que en madrid, lima o barcelona. no se piensa igual en auto, a pie se mira lento, y se mira mejor...
caminemos.

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