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samedi, juillet 09, 2011

Me voy

Me voy, de regreso a América, con ganas de llegar, luego de un movimiento continuo, una especie de paréntesis en Toulouse, que no ha sido como una ruta larga, empedrada, llena de bifurcaciones. Me queda París, y Barcelona, Venecia, por instantes, mi propio jardín, que es el más importante. Me voy cargada de libros, con una ruma de trabajo, con ganas de espacio personal, objetos que te pertenecen...

Si no he escrito mucho en mi blog es porque el espacio exterior me ha invadido, o porque no han habido suficientes alimentos espirituales, solo terrestres, demasiado terrestres (y eso que he estado siete días en Venecia!). La calidad de vida no se mide en el nivel de vida (una cifra económica) sino también en la intensidad de la vida. Y creo que eso se puede perder cuando nos convertimos en administradoreas, personas que viven en el cálculo, pero que no viven, que viven en el miedo y la sicosis de la amenaza de la pobreza (para algunos una cosa cotidiana, para otroas, solo eso, una amenaza), me voy con la idea de que la "civilización" es otra cosa, y que se siente en la calidad del vínculo afectivo entre las personas, en lo que comparten y lo que son capaces de compartir. Y sobre todo una cosa: en su capacidad de soñar. Si una sociedad no sueña, creo que termina por producir una patología, una degradación en su lengua que no puede vivir ni expresar más que el mundo concreto. Y esa ha sido mi impresión, de que en Europa se está perdiendo la capacidad de soñar y de compartir... Para pensar... a bientot, arrividerci... adeu...hasta la vista...

5 commentaires:

Rafael Llimós a dit…

Se está hablando y escribiendo mucho de los fines. El fin del arte, el fin del capitalismo, el fin de la historia… Vivimos en la época de los discursos terminales. Es que Occidente está en decadencia (ya lo dijo Spengler hace 88 años) y la debilitación de la capacidad de soñar en Europa es un síntoma de esa decadencia. El futuro está en América, por algo todavía es validad su denominación de Nuevo Mundo.

Patricia De Souza a dit…

Más que una "decadencia" hay un deterioro de las relaciones en general, como si el idioma también sufriese un desgaste: no poetiza, no sublima...

Patricia De Souza a dit…

digamos que los que deberíamos cuidar el sueño y la imaginación somos loas que escribimos...

Rafael Llimós a dit…

Es difícil soñar en una sociedad que cada vez sueña menos. Vas a tener que mudarte a una cabaña a las orillas del Orinoco y sentirte como Gauguin.

Patricia De Souza a dit…

et bien, pourquoi pas? Lo he pensado alguna vez, sabes? pero me gusta también el tumulto y la gente...