He vuelto a Venus proscrita, he colgado material visual, ando dando vuelta a la idea de una creación de una plataforma virtual para mujeres con ganas de leer, informarse, y seguir una formación en línea, ando, andamos, junto con Claudia Apablaza, llevar a buen puerto este proyecto. En una época de repliegue y de escepticismo, falta de confianza, no es evidente, lo sé, pero yo confío en que funcione.
Escribo, leo, escribo, el día está nublado e impone un ambiente nostálgico. Hoy es cumpleaños de Olivier, quiero preparar un delicioso plato peruano, disfrutarlo en la terraza, mirando la montaña...
ahora mismo pensaba, sentada, frente a esa montaña que tanto me gusta, que poco importa el lugar, que se Venecia, Venezuela, París, lo que importa en realidad, es nuestro estado interior, poder concentrarse, ir a su ritmo, lo que es un privilegio, realmente...
Leía un fragmento de "Faut-il bruler Sade?" De Simone de Beauvoir, hermoso texto, de una lucidez impresionante. Y pienso: si ella renunció a la vida junto Nelson Algreem, su amante americano, y decidió regresar a París, fue porque eligió la literatura a la pasión, que a lo mejor sería pasajera.. ¿hizo una buena elección? No lo sé, de manera egoísta, diría que sí, porque sino, no la leería... De lo que estoy segura es que el paraíso, el nec plus ultra del bienestar es estar ahí donde puedo pensar, al final, nuestras necesidades vitales son siempre las mismas, las que cambian con el tiempo son las espirituales...
Escribo, leo, escribo, el día está nublado e impone un ambiente nostálgico. Hoy es cumpleaños de Olivier, quiero preparar un delicioso plato peruano, disfrutarlo en la terraza, mirando la montaña...
ahora mismo pensaba, sentada, frente a esa montaña que tanto me gusta, que poco importa el lugar, que se Venecia, Venezuela, París, lo que importa en realidad, es nuestro estado interior, poder concentrarse, ir a su ritmo, lo que es un privilegio, realmente...
Leía un fragmento de "Faut-il bruler Sade?" De Simone de Beauvoir, hermoso texto, de una lucidez impresionante. Y pienso: si ella renunció a la vida junto Nelson Algreem, su amante americano, y decidió regresar a París, fue porque eligió la literatura a la pasión, que a lo mejor sería pasajera.. ¿hizo una buena elección? No lo sé, de manera egoísta, diría que sí, porque sino, no la leería... De lo que estoy segura es que el paraíso, el nec plus ultra del bienestar es estar ahí donde puedo pensar, al final, nuestras necesidades vitales son siempre las mismas, las que cambian con el tiempo son las espirituales...
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