Anoche soñé con JL Godard, no recuerdo el sueño, pero tengo la impresión de haber conversado largo tiempo con él. Tal vez tenga algo que ver con el nombre: God-art, y que esto podía significar que le arte sea un valor supremo, casi divino. Asistimos a un concierto en el Teatro Teresa Carreño (uno de los más modernos y bonitos de Caracas) a un concierto por el 14 de julio y el bicentenario venezolano. Maurice Ravel, Gounod, Jules Massenet (Thais es realmente hermosa) tocada por la Sinfónica de la juventud Simón Bolívar, una soprano francesa y un tenor venezolano. Se tocaron y cantaron diferentes fragmentos, entre ellos, la ópera Bolívar, de la que no tenía ni idea. Compuesta por Darius Milhaud, con letra del poeta Jules Supervielle, actuada solo dos veces, una en París, con decorados de Fernand Leger, y otra en Caracas. Qué rico mecerse en los violines, las flautas, los contrabajos y todos los cobres de la música de Ravel, los violines de Massenet, fue realmente un espectáculo intenso...
ando con un jet lag soberbio, no logro atrapar el sueño... tengo imágenes que se aglomeran, no sé todavía donde estoy... sera sera siempre así?
será
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