He traducido esta carta que envía Anais Nin a un poeta que se encuentra en prisión y que va a salir en libertad. Me parece muy hermosa y lúcida. Son apuestas, no ciegas, conscientes... Siempre es una cuestión de elección, en eso consiste el libre albedrío, la autodetrminación y la resistencia a la alienación para no terminar anestesiados, dormidos de pie, ausentes, fantasmas...
Hoy hace sol en el D.F, por fin! Me entero de que hace 20 grados bajo cero en Puno, qué terrible padecer frío, yo no sé hasta qué punto la población está preparada, pero sé que hay una movilización internacional...
Carta a un poeta en prisión:
... Mi única inquietud es tu furor que nunca ha cicatrizado, y tu pesimismo, lo que yo llamo, cuando me siento culpable, la hemofilia del alma, heridas que no se cierran, originadas por la crueldad de los otros. Pero esas penas hacen parte de la vida, y tu capacidad de escribir y crear, deben opononerse (como es el caso para muchos entre nosotros) a la autodestrucción. Eres demasiado inteligente como para no comprender que la destrucción es la autodestrucción.
Varda vino ayer. Tendría razones de más para estar amargado. Sus collages, tan bellos, tan jocosos, no se exponen nunca en San Francisco, lugar donde vive, ningún museo posee uno de ellos. Pero dijo ayer que a partir del instante en que un artista se vuelve un amargado, deja de poseer su propio universo y pasa al campo del enemigo, a los enemigos de su obra que tuvieron la intención de amargarlo, sabiendo que eso mata la creación. ¿Cuándo descubriste la crueldad del mundo por qué no te has puesto del lado de aquellos de los que se esfuerzan en alcanzar la belleza y la humanidad? Desde mi juventud me dediqué a neutralizar la fealdad. Porque existe otro aspecto del hombre que no es destructor. La destrucción se produce alrededor de nosotros pero también la creación. Podemos elegir de qué lado estaremos. Cuano estés libre, no regreses a la corriente del mundo como lo dijiste sino a tu teatro, a tu creación.
Esta carta es un último esfuerzo por apartar en ti el deseo de venganza a raíz de las heridas que tienes. No siento que hayan cicatrizado. Todos hemos sido humillados un momento u otro, traicionados, pero nuestra verdadera vida depende de la manera cómo reaccionemos a esas situaciones. La ola de violencia es muy fuerte. Yo la combato individualmente mientras pueda.
3 commentaires:
Hace un par de días soñé que iba a la cárcel . . . qué miedo, pero si una poeta me llega a escribir una carta así, estaría muy agradecido.
Qué carta más preciosa. Gracias.
PATRICIA:
Bella carta, e interesante blog, recién lo checo y creo que lo frecuentaré más. Sí, como dices, es una cuestión electiva no terminar siendo una sombra, un resto de persona fantasmal que se diluye como tenue orvallo limeño. Recuerdo entonces este problema patente nuestro llamado etnocacerismo que Cáceres no avalaría. Pero por suerte soplan vientos reconciliatorios y más gente se despierta y siente que todos somos una misma rica plurilingue y multicultural familia, sabía de árboles y ríos serpentinos, calles y puentes de abrazos repentinos, y se va encontrando el tino y el modo de no ser neutro y pronunciarse, aún ante tales desencuentros interpersonales, desde aquí un abrazo hermana peruana, del mundo, no he leído mucho de ti, lo siento, desde ya me lo impongo como tarea pendiente, pero iré sumergiéndome en tus palincestos suntutosos y fructuosos, nunca desfallescas, amiga poeta.
Lima, Surco: LLUEVE UN ORVALLO TENUE A ESTA HORA DE LA MANDRÁGORA SILENTE Y POR AHÍ HE VISTO 2 FANTASMAS, TRENES...
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