Estoy pensando, ahora, frente a mi ventana, en esta necesidad que siento de comunicar, de escribir, de dejar una huella de lo que va sucediendo, una carne empalada al mundo, o algo así. Sueños numerosos, con personas del pasado. Siento que estas personas no son lo que son en la realidad, sino lo que representan en mi inconsciente. En estos quisiera ser muy clara (de ahí mi interés por el psicoanálisis), son "significantes", significan dentro de la caja de resonancia interior, como recuerdo, como signo de algo pasado. ¿Qué hace que algunas personas tengan tantos significantes, que sueñen más que otras? No lo sé, tal vez ea una forma de sensibilidad acerada, una especie de amígdala del cerebro que se mantiene activa, como una campana que suena con el viento. La sicosis es cuando este mundo del sueño, simbólico, invade el real y no lo deja respirar, entonces ahí nos movemos entre sombras y nos damos de golpes. es lo que nos sucede de alguna manera a quienes escribimos sumergiéndonos en la experiencia, y pienso de nuevo en Alejandra Pizarnik, una vida directa al suicidio, invadida por ese mundo interior que terminó siendo monstruoso. Solo nosotras podemos luchar por la vida, nadie puede hacerlo en nuestro lugar. Terminar con ese desprecio hacia todo ese mundo que emerge en el sueño, que es terminar también con el menosprecio a la literatura, a un trabajo que no está calculado para producir ganancia sino bienestar espiritual. pienso de nuevo en AP... y en cómo sueño en esta Venezuela que intenta apoderarse de la poesía, que intenta recuperar el arte y la literatura como patrimonio mundial de la humanidad, sin exclusiones de ningún tipo, sin aceptar ceder ene ese empeño, que es otro sueño, limpio, tierra fértil.
ayer visitamos el MACC (Museo de arte contemporáneo de Caracas http://es.wikipedia.org/wiki/Museo_de_Arte_Contemporáneo_de_Caracas, y vimos un Duchamp, Bacon, Emil Noldé, Kandiwsky, Sotos, Picassos, Marx Ernst, Mondrian... tengo fotos, las colgaré...
siento que alguien escucha, no sé por qué, o es que me estoy oyendo mejor a mí misma, tampoco sé, pero no hay que perderse en ese tumulto del sueño. la realidad es poderosa y también puede ser poética, a los fantasmas hay que dejarlos vagar y consumirse en su propio fuego, son como el lenguaje de un mundo falso. salir de la caverna.
de José María Arguedas: ser como un río imperturbable
azul y cristalino, que marcha por el más profundo camino terrestre
azul y sonriente...
foto: con instalación de Boltanski, pabellón francés, en la Bienal de Venecia 2011.
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