Aquí, una entrevista a la escritora alemana, Elfriede Jelinek, reveladora, osada, coherente.
¿Desea chocar?
No, de ninguna manera, y aunque se diga que lo he deseado, es una época pasada. Posiblemente durante mi juventud.
¿Siente placer cuando escribe?
Sí, disfruto mucho cuando escribo. En realidad para mí, lo más importante es escribir, el acto mismo de escribir...
Ha obtenido las distinciones más importantes, pero también es una de las escritoras más aisladas, ¿no es una paradoja?
No, en absoluto. La escritura es una cosa solitaria, siempre estamos solas. No puedo imaginármela de otra forma, aunque muchos colegas puedan trabajar en cafés o en los trenes (...) Por principio evito a la gente, ese pretendido público lector, antes que nada, para preservarme.
¿Desde el Nobel la gente ha cambiado en su país hacia usted?
Sí, quizás sea mi imaginación, pero, al contrario de los críticos que son más prudentes, la gente me odia todavía más.
¿No siente después de tantas luchas políticas, culturales, la necesidad de un poco de paz?
Sí, por supuesto, diría incluso que no deseo más que estar tranquila, que me dejen en paz, como se dice.
El lugar de la mujer en nuestra sociedad, aunque haya evolucionado, no parece todavía floreciente.
Usted acusa a los hombres, pero también a las mujeres, culpables ante sus ojos de aceptar la dominación masculina.
Nunca he pensado que los hombres sean los únicos responsables, es todo el sistema patriarcal y falocéntrico que condeno, ese sistema que no cree, por ejemplo, en el gran potencial científico y cultural de las mujeres, en su poder de creación-y esto me concierne igualmente aunque me haya impuesto en mi oficio y me hayan concedido algunas distinciones- el desprecio patriarcal dominante hacia las obras de las mujeres es uno de mis temas principales, es también lo que más me hace sufrir. El desprecio es una cosa sutil, solo quien es víctima lo siente, el dominador muchas veces ni se da cuenta. Lo que equivale a despreciar doblemente. Hoy, de hecho las mujeres que escriben son más numerosas, pero solo cuenta la obra de los hombres. Siempre he pensado que es un problema global de sociedad y critico igualmente a las mujeres por haberse hecho cómplices de ese poder. Digamos que el hombre se define por su trabajo, la mujer por su ser, su cuerpo. Y solo figura cuando es joven, de ser posible, bella.
Sus libros son a menudo agresivos, pero ¿no podríamos leerlos por su humor, un humor muy judío?
(...) curiosamente en Austria, me consideran una fanática sin humor, lo que sorprende cuando se piensa que la literatura austríaca tiene mucho más humor que la alemana...
¿podría describir el lugar donde escribe?
En Viena, en una casa individual. Una pequeña habitación que da sobre mi jardín y sobre una montaña verde, con bosque. En Munich, donde voy y trabajo muy poco, en una gran habitación en un apartamento de alquiler, ubicado en una de las partes más bulliciosas de la ciudad, lo que no ayuda realmente al trabajo.
Tomado del Nouvel Observateur, entrevista de Didier Jacob. Mi traducción.
lundi, mai 28, 2012
vendredi, mai 25, 2012
El placer de la indulgencia
hay días en que es fácil sentir la indulgencia de la vida sobre ti, como si de pronto las cosas, yo y las cosas, entrasen en armonía, la respiración se encuentra con el cuerpo, sin presión...
retozar frente a la ventana entre cantos de pájaros y el cielo alto de Caracas, leer, abandonar, escribir, leer. salir en un microbús y establecer una complicidad inmediata con el conductor, hay una gracia en mucha gente que irradia una energía clara, o la siento clara y cálida, no sé, aunque si sé que hay situaciones que sacan lo mejor de nosotras. por ejemplo:
estuve en el Ministerio bolivariano de la cultura por unos libros, y había, cómo decir... un ambiente de bondad, una calidez que fluía acercándonos en un roce suave, sin esfuerzo. las palabras fluían, las conversaciones, idem...
en perspectiva varios libros para publicar, traducciones de Flora Tristán, Simone Weil, en las ediciones populares editadas por ese mismo ministerio...reediciones también, pero no me gusta hablar de mis libros, siento que piso el palito de la vanidad, y no quiero ceder... salvo excepciones... ¿cuáles? cuando me encuentro con alguna persona
hoy es un día sin esfuerzo, fluyo...
y es bastante...
retozar frente a la ventana entre cantos de pájaros y el cielo alto de Caracas, leer, abandonar, escribir, leer. salir en un microbús y establecer una complicidad inmediata con el conductor, hay una gracia en mucha gente que irradia una energía clara, o la siento clara y cálida, no sé, aunque si sé que hay situaciones que sacan lo mejor de nosotras. por ejemplo:
estuve en el Ministerio bolivariano de la cultura por unos libros, y había, cómo decir... un ambiente de bondad, una calidez que fluía acercándonos en un roce suave, sin esfuerzo. las palabras fluían, las conversaciones, idem...
en perspectiva varios libros para publicar, traducciones de Flora Tristán, Simone Weil, en las ediciones populares editadas por ese mismo ministerio...reediciones también, pero no me gusta hablar de mis libros, siento que piso el palito de la vanidad, y no quiero ceder... salvo excepciones... ¿cuáles? cuando me encuentro con alguna persona
hoy es un día sin esfuerzo, fluyo...
y es bastante...
lundi, mai 21, 2012
El final de la elites
¿qué va a pasar en este mundo vasto y ruidoso en el que los mensajes, los textos, se multiplican, en este mundo de personas atomizadas, de repúblicas soberanas, flotantes, que hablan en el Internet? Me sorprenden las quejas de muchos escritores sobre el "fin de la autoridad"y del final de las elites, de la catástrofe mundial y de nueva Torre de babel. Si ahora escribimos es conscientes de que nuestra labor ha sido convertida en lo que realmente es: una especie de eslabón entre la realidad y los demás, un "passeur", un vínculo que interpreta, que a veces logra significantes importantes, que a veces logra dialogar en lugar de monologar. Eso es todo. Se acabó la época en que se pensaba que las elites producían sus propios líderes, se terminó el tiempo del saber como dominación y ejercicio de poder, se acabaron loas mandarines, los escritores nacionales (casi siempre hombres), los "profesionales", uf, qué alivio! Huele a democracia. ¿no? ¿qué sucede cuando alguien no está de acuerdo con una persona considerada una autoridad? puede contestar a través de las redes sociales, tal vez no tenga muchos lectoreas sino cuenta con una red de propaganda y un reconocimiento, pero será leído y escuchado por un grupo de gente. Se esfumaron los estereotipos y las vacantes para representar un rol que se parecía al del gurú, nunca antes hemos estado tan invitadoas a pensar soloas, a asumirnos íntegramente, sin muletas.
¿No debería alegrarme por ser yo también escritora? Siempre he defendido la idea de que escribir no es una profesión ni una carrera, es un estado, una manera de ser y no puede sistematizarse en un orden, salvo como una disciplina y una entrega, pero no ejercemos una teoría acabada sobre la creación y todos los "creating wrintings" que sigan ofreciendo "profesionalismo, seguirán confundiendo el método con un proceso que requiere de una voluntad y un estado. No se puede aprender a ser "escritora" o escritor, es un aprendizaje constante, una puesta en duda que nunca termina. Más soloas que nunca, más confinados a nuestro pequeño mundo que debemos enriquecer para sacarlo a pasear con los lectoreas, tal vez encuentre algun(a) acompañante--- quizás tengamos que ser más valientes, seremos, o serán menos, y tendremos que saber aprender la humildad, recuperar el pudor, ser simplemente humanos. Hace poco Javier Rodríguez Marcos hablaba de Carlos Fuentes como el final de un tipo de escritores que logran hacer de su oficio una causa nacional. Un líder no saldrá a lo mejor siempre de las universidades, tal vez de una calle, de cualquier lugar, sin más instrumentos que el Internet, y sus ganas de saber y comunicar. Lamentar el final de las elites y la autoridad de la academia, de los legisladores, es como lamentar la desaparición de dios, podemos cantar soloas bajo la oscuridad. Y avanzar.
¿No debería alegrarme por ser yo también escritora? Siempre he defendido la idea de que escribir no es una profesión ni una carrera, es un estado, una manera de ser y no puede sistematizarse en un orden, salvo como una disciplina y una entrega, pero no ejercemos una teoría acabada sobre la creación y todos los "creating wrintings" que sigan ofreciendo "profesionalismo, seguirán confundiendo el método con un proceso que requiere de una voluntad y un estado. No se puede aprender a ser "escritora" o escritor, es un aprendizaje constante, una puesta en duda que nunca termina. Más soloas que nunca, más confinados a nuestro pequeño mundo que debemos enriquecer para sacarlo a pasear con los lectoreas, tal vez encuentre algun(a) acompañante--- quizás tengamos que ser más valientes, seremos, o serán menos, y tendremos que saber aprender la humildad, recuperar el pudor, ser simplemente humanos. Hace poco Javier Rodríguez Marcos hablaba de Carlos Fuentes como el final de un tipo de escritores que logran hacer de su oficio una causa nacional. Un líder no saldrá a lo mejor siempre de las universidades, tal vez de una calle, de cualquier lugar, sin más instrumentos que el Internet, y sus ganas de saber y comunicar. Lamentar el final de las elites y la autoridad de la academia, de los legisladores, es como lamentar la desaparición de dios, podemos cantar soloas bajo la oscuridad. Y avanzar.
samedi, mai 12, 2012
escribir, una necesidad...
Estoy pensando, ahora, frente a mi ventana, en esta necesidad que siento de comunicar, de escribir, de dejar una huella de lo que va sucediendo, una carne empalada al mundo, o algo así. Sueños numerosos, con personas del pasado. Siento que estas personas no son lo que son en la realidad, sino lo que representan en mi inconsciente. En estos quisiera ser muy clara (de ahí mi interés por el psicoanálisis), son "significantes", significan dentro de la caja de resonancia interior, como recuerdo, como signo de algo pasado. ¿Qué hace que algunas personas tengan tantos significantes, que sueñen más que otras? No lo sé, tal vez ea una forma de sensibilidad acerada, una especie de amígdala del cerebro que se mantiene activa, como una campana que suena con el viento. La sicosis es cuando este mundo del sueño, simbólico, invade el real y no lo deja respirar, entonces ahí nos movemos entre sombras y nos damos de golpes. es lo que nos sucede de alguna manera a quienes escribimos sumergiéndonos en la experiencia, y pienso de nuevo en Alejandra Pizarnik, una vida directa al suicidio, invadida por ese mundo interior que terminó siendo monstruoso. Solo nosotras podemos luchar por la vida, nadie puede hacerlo en nuestro lugar. Terminar con ese desprecio hacia todo ese mundo que emerge en el sueño, que es terminar también con el menosprecio a la literatura, a un trabajo que no está calculado para producir ganancia sino bienestar espiritual. pienso de nuevo en AP... y en cómo sueño en esta Venezuela que intenta apoderarse de la poesía, que intenta recuperar el arte y la literatura como patrimonio mundial de la humanidad, sin exclusiones de ningún tipo, sin aceptar ceder ene ese empeño, que es otro sueño, limpio, tierra fértil.
ayer visitamos el MACC (Museo de arte contemporáneo de Caracas http://es.wikipedia.org/wiki/Museo_de_Arte_Contemporáneo_de_Caracas, y vimos un Duchamp, Bacon, Emil Noldé, Kandiwsky, Sotos, Picassos, Marx Ernst, Mondrian... tengo fotos, las colgaré...
siento que alguien escucha, no sé por qué, o es que me estoy oyendo mejor a mí misma, tampoco sé, pero no hay que perderse en ese tumulto del sueño. la realidad es poderosa y también puede ser poética, a los fantasmas hay que dejarlos vagar y consumirse en su propio fuego, son como el lenguaje de un mundo falso. salir de la caverna.
de José María Arguedas: ser como un río imperturbable
azul y cristalino, que marcha por el más profundo camino terrestre
azul y sonriente...
foto: con instalación de Boltanski, pabellón francés, en la Bienal de Venecia 2011.
ayer visitamos el MACC (Museo de arte contemporáneo de Caracas http://es.wikipedia.org/wiki/Museo_de_Arte_Contemporáneo_de_Caracas, y vimos un Duchamp, Bacon, Emil Noldé, Kandiwsky, Sotos, Picassos, Marx Ernst, Mondrian... tengo fotos, las colgaré...
siento que alguien escucha, no sé por qué, o es que me estoy oyendo mejor a mí misma, tampoco sé, pero no hay que perderse en ese tumulto del sueño. la realidad es poderosa y también puede ser poética, a los fantasmas hay que dejarlos vagar y consumirse en su propio fuego, son como el lenguaje de un mundo falso. salir de la caverna.
de José María Arguedas: ser como un río imperturbable
azul y cristalino, que marcha por el más profundo camino terrestre
azul y sonriente...
foto: con instalación de Boltanski, pabellón francés, en la Bienal de Venecia 2011.
vendredi, mai 11, 2012
La parálisis
¿Leo el diario de Alejandra Pizarnik luchando contra los zancudos y los gegenes (mosquitos minúsculos que se meten en la ropa), abundantes en esta época de lluvias en Caracas. Hay una lucidez en ella, una naturalidad para decir las cosas, conmovedora. Me reconozco en esta descripción (tal vez por eso sean tan importantes los diarios de quienes observan, escriben): Es algo que les ocurre a algunos de los soñadores como el soñador de D (se refiere al persona de Las noches blancas de Dostoievski): una inadaptación que es más que este nombre, una rebelión, una lucidez, un ser muriéndose como una tortuga, alguien que más que los otros, que ve mejor, lleno de ternura que da, de amor, y no obstante se encierra, vive solo y solitario como en una tumba, condenado a una soledad sin remedio. He aquí lo incomprensible, viviendo como un criminal. Es el verdadero "maldito".
Extraordinario, y ordinario que ahora todoas estemos tan muertos de miedo por el futuro, tan angustiadoas, que no podemos ocuparnos de otra cosa que no se ala vida concreta. Cualquier problema social, cualquier lucha por un mundo mejor, nos parece irrisorio. Somos mucha incapaces de sentirnos involucradoas por algo que no esté en nuestro círculo radioactivo, somos planetas distantes, girando en sus propias órbitas. Siento que esa certeza me recorre las venas y empuja mi sangre, quiero salir, pero, ?¿adónde? No lo sé... y doy vueltas. Tengo la compañía de mi sobrino, iremos a ver el MAC, a recorrer obras, objetos con alma, trataremos de dialogar con ellos. Me digo que es un esfuerzo que debo hacer por él, tal vez será una experiencia que lo marcará. Salir del encierro, confiar...
Extraordinario, y ordinario que ahora todoas estemos tan muertos de miedo por el futuro, tan angustiadoas, que no podemos ocuparnos de otra cosa que no se ala vida concreta. Cualquier problema social, cualquier lucha por un mundo mejor, nos parece irrisorio. Somos mucha incapaces de sentirnos involucradoas por algo que no esté en nuestro círculo radioactivo, somos planetas distantes, girando en sus propias órbitas. Siento que esa certeza me recorre las venas y empuja mi sangre, quiero salir, pero, ?¿adónde? No lo sé... y doy vueltas. Tengo la compañía de mi sobrino, iremos a ver el MAC, a recorrer obras, objetos con alma, trataremos de dialogar con ellos. Me digo que es un esfuerzo que debo hacer por él, tal vez será una experiencia que lo marcará. Salir del encierro, confiar...
lundi, mai 07, 2012
Comprometerse, una apuesta, elecciones en Francia.
Moralmente es reconfortante que haya ganado François Hollande, representante del Partido socialista a las elecciones presidenciales en Francia. Además de un mensaje con visos universales, que busca proyectar las ideas de solidaridad, justicia y reconciliación, en un momento crucial de crisis de valores a nivel planetario, Francia ha tenido el valor de votar por promesas que a muchas personas les parecen románticas: el sueño de que podemos ser siempre mejores, que la economía no puede gobernar la vida de todo el mundo, que la autonomía, la libertad, la solidaridad, pueden seguir siendo valores universales. Francia ha votado por la hospitalidad, dando la espalda al mensaje hostil y xenófobo de le derecha, ha apostado por el sueño (una joven decía, con Sarkozy se prohibía soñar con un mundo mejor, es la frase que también entonaban los indignados de España), por la fuerza humana de la confianza, la creatividad y la promesa de un futuro menos sombrío. Por primera vez he votado y he hecho pública mi elección, imposible evitar comprometerse en un contexto semejante en el cual hay que apostar, no al azar, sino a la confianza, a la vocación por valores que son indispensables para hacer frente a una ola alta y violenta como la de la extrema derecha y las derechas del mundo que miran con sarcasmo (y cinismo) las credenciales de aquellos y aquellas que pensamos que las cosas no tienen por qué terminar mal, no tenemos por qué seguir viviendo fragmentadoas por el miedo al futuro, la inestabilidad o la humillación constante. Tenemos y podemos soñar, hacía falta un poco de valentía, estas elecciones son una muestra. Frente a la campaña violenta, fundada en la denigración y el miedo del otro@, ha surgido la mirada solidaria, vitalista de quien confía y sueña. Eros frente a Tánatos. Gobernar, dirigir, no es solo el manejo inteligente de cifras macro-económicas, no es una técnica, es una forma de conducir, de dialogar, de encaminar y acompañar, es saber (sabiduría), y es político. Ese es un tema que me parece relevante, el hecho de que entendamos que gobernar, representar ese acuerdo que significa la democracia representativa, con todas las limitaciones que posee (todavía no ha llegado el tiempo de una presidenta, Martine Aubry, por ejemplo) es una confianza otorgada a quien guía con el voto electoral. Tal vez la dialéctica permita que las desigualdades permitan que surjan nuevos liderazgos, no lo sé, pero es ya un paso en esa dirección que deja de lado las soluciones únicamente técnicas. No se trata de comisarios, policías, técnicos, se trata de personas con una visión política que no vean abstracciones y cifras ahí dónde hay personas concretas, dependencias o vasallismos, ahí donde hay necesidad, que no confundan el reclamo con el oportunismo, que no disfrace de pereza lo que es una limitación social, que no acepte las presiones del capitalismo financiero que especula a nivel mundial, que sepa decir No. Creo que ese fue el sentido de la frase "La France n'est pas n'importe quel pays d'Europe", Francia puede decir no con excepción, pues claro, si eso significa oponerse a una forma de pensamiento dominante que pretende hacernos creer que debemos aceptar que la riqueza acumulada es un derecho de unos cuantas personas y la pobreza el destino de una mayoría. No, no, no.
No a la simplificación
no a la dependencia
no al ultraliberalismo como doctrina
no a la economía de mercado depredadora
sí a la vida
a la soberanía
a la dignidad
a la solidaridad
a la confianza
a la imaginación
al lenguaje
al sueño
a la alegría
Sí, podemos ser siempre mejores...
No a la simplificación
no a la dependencia
no al ultraliberalismo como doctrina
no a la economía de mercado depredadora
sí a la vida
a la soberanía
a la dignidad
a la solidaridad
a la confianza
a la imaginación
al lenguaje
al sueño
a la alegría
Sí, podemos ser siempre mejores...
mercredi, mai 02, 2012
reescribir la realidad
estoy en la corrección de una novela que escribí en francés. es un proceso extraño, de palimpsesto, una escritura que va emergiendo, una escritura del pasado que, inscrita en el presente, se muestra distinta...
me doy cuenta de que el personaje que describo en este libro no tiene nada que ver con la realidad. cuando escribí mi primera novela, una amiga poeta me dijo: tu personaje es mucho más interesante que el real. me dolía el ego y me rehusaba a aceptar que el verdadero era una persona ordinaria. ayer veía una entrevista a Julia Kristeva, quien decía que el estado amoroso es un estado fundamentalmente literario, estamos en la invención. a veces hay que inventar con muy poca cosa...
....
las expropiaciones que han habido en Argentina y en Bolivia, tienen algo de simbólico. parece un nuevo lenguaje, un lenguaje de la apropiación de valores nacionales simbólicos, la energía, la fuerza. a veces, me da la impresión que es como recuperar sus entrañas, es componerse como un cuerpo entero y no fragmentado. hay algo de simbólico en esto no solo en el gesto, sino también en el lenguaje: expropiar, lo ajeno que se hace mío.
...
Con lluvia tupida en Caracas, hemos decidido con Patricio, releer los Rios profundos, de José María Arguedas, viajar por el Cusco mirando el Monte Ávila...
pienso que pronto estaré en París donde Olivier debe andar recorriendo calles acompañado de un grupo de invitados venezolanos...
impaciencia por el debate de esta noche entre Francois Hollande y Nicolas Sarkozy.
me doy cuenta de que el personaje que describo en este libro no tiene nada que ver con la realidad. cuando escribí mi primera novela, una amiga poeta me dijo: tu personaje es mucho más interesante que el real. me dolía el ego y me rehusaba a aceptar que el verdadero era una persona ordinaria. ayer veía una entrevista a Julia Kristeva, quien decía que el estado amoroso es un estado fundamentalmente literario, estamos en la invención. a veces hay que inventar con muy poca cosa...
....
las expropiaciones que han habido en Argentina y en Bolivia, tienen algo de simbólico. parece un nuevo lenguaje, un lenguaje de la apropiación de valores nacionales simbólicos, la energía, la fuerza. a veces, me da la impresión que es como recuperar sus entrañas, es componerse como un cuerpo entero y no fragmentado. hay algo de simbólico en esto no solo en el gesto, sino también en el lenguaje: expropiar, lo ajeno que se hace mío.
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Con lluvia tupida en Caracas, hemos decidido con Patricio, releer los Rios profundos, de José María Arguedas, viajar por el Cusco mirando el Monte Ávila...
pienso que pronto estaré en París donde Olivier debe andar recorriendo calles acompañado de un grupo de invitados venezolanos...
impaciencia por el debate de esta noche entre Francois Hollande y Nicolas Sarkozy.
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