el año que se terminó me quedo con una escena de una película de Marco Bellocchio que he visto en estos días tan laxos, tan de tiempo lento, sin objeto,
una sola imagen, un celular, la mirada serena y transparente de una joven que se encuentra con la mirada en un rostro
el amor de corazón nuevo
no desgastado
las ganas de siempre empezar de nuevo
Marco Bellocchio tiene un desfase, ver a través de los modos, las costumbres, las repeticiones.
luego, el mar, tan inmenso y sonoro el mar de lima, tan austero
tan mío y tan otro
duele el corazón
pesa
late queriendo querer a todo el mundo,
apaciguar,
cuidar
darle abrigo a tanta gente
ustedes no sienten frío dentro?
yo sí..
y no soy buena, oh, que no
no creo ser buena
y escuchar una música del áfrica.
otros continentes
otras aguas
aunqe mi cabeza siempre descanse sobre las aguas turbias de los ríos de mi país...
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