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mercredi, mars 23, 2016

la contaminación sonora en Lima

Esta mañana me despierto de un sobresalto, ruido de escuela, algo normal, aunque surge otro, estridente, de máquina podadora. esto es solo una muestra de la cantidad de ruido que hay en Lima, el silencio es un lujo, hay un tejido de bocinas, de gritos, máquinas pesadas, constante. Sin embargo está el mar, el único espacio donde el ruido cesa. Los restaurantes, cafés, calles, están cargados de ruidos, es una estridencia agotadora, al menos, a mí, me agota, me coloca fuera de mis misma, me impide pensar, observar. Lima es el ejemplo de ciudad estridente, y eso, no es normal, no es normal andar agotada en el tráfico de la ciudad, asfixiada en smog y envuelta en ruido, es imposible lograr una actividad sostenida en esas condiciones. Hoy empieza el descuento hacia Francia. Pensé leer, pero, casi a las 10 de la mañana, no he logrado concentrarme, salvo esta perorata acelerada...

regreso luego...

sensación de alergia, no sé qué producto utlizan para podar... ni idea...

1 commentaire:

carlos a dit…

El ruído altera el ánimo y dicen que sólo es cuestión de tiempo acostumbrarse, pero a mi me parece insoportable hacer reiterados intentos para emprender una tarea rodeado del ajetreo de la ciudad en que nací. Por eso reconozco más mía está que elegí para vivir y trabajar. De eso adquirí consciencia cuando sentí un profundo alivio en el mismo instante de un retorno. Un saludo.