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mercredi, août 20, 2014

avería simbólica

es impresionante como lo primero que me sucede en Francia es una especie de desarreglo simbólico. De pronto, no puedo significar, no puedo representarme otro mundo que el que se me presenta a los ojos. Tengo que refundirme en la oscuridad, encerrarme. Y no creo ser la única, cuando Rilke, Proust, Marina Svétaeva o Frida Khalo, se negaban a salir era porque este mundo podía parecerles invasivo.  Tengo que estar muy presente a mí misma para existir. Pasa que cada vez es más indisociable la escritura, que es el registro que manejo, y la vida. No hay vida si no escribo. En realidad, después de pensar con calma, me doy cuenta de que lo no puedo tolerar es que me nieguen la existencia. La existencia es sueño y el sueño es poesía. Hoy, en un arranque de cólera le dije a Olivier que a las personas que imaginan y sueñan deberían ponerlas en un espacio reservado, donde puedan seguir soñando. Son especies en extinción! Esta preciosa carga humana está llena de señales, de imágenes, es extraño, pero siento que no hay vanidad en lo que digo, solo honestidad.

Una frase que me encantó de un amigo sobre mi último libro: es una novela, muy hermosa, muy auténtica, es muy tierna....

más allá de los "ejercicios de estilo" me interesa no el idioma por el idioma sino el idioma encarnado, vivo, muy vivo...  he descubierto que hay una librería en el supermercado Leclerc, al lado de donde nos alojamos, que es un appart hotel funcional, moderno, sin alma, de esos que abundan en la Francia de llamada Modernidad.  Esa librería es una mina de oro, pero nadie la ve, nadie se aventura mucho en ella, y eso me parece muy raro, aunque haya lectores, la lectura es vista también como un consumo, ya hablaré de esta mentalidad consumista que es casi una patología social...

tengo la pierna que empieza a reaccionar y eso me alegra, me doy cuenta de cuán importante es contar con su cuerpo, de lo frágiles que somos y de lo delicado que es envejecer. No creo que haya que esperar mucho de la vejez, como decía mi amigo Marc Augé, sino es un estado de generosidad, que la vida nos parezca leve y que el corazón siempre florezca. Rodearse de gente afectuosa e importante. Solo el cariño puede compensar  todas esas cosas que vamos perdiendo. Siempre croe que tener una familia grande como la mía es un regalo de la vida.

voy a mirar árboles...


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