Un golpe de dados no abolirá el azar, escribía Mallarmé, pero en la política ¿es lo mismo? Primero debo decir que la actualidad me tiene completamente copada. No puedo evitarlo. Hay ahí un un imponderable que me marca: no poder callarme cuando siente que una situación me exige pensar. Creo que solo puedo dar mis opiniones como una mujer que escribe, lo que veo, lo que escucho, lo que leo. Mis análisis, más allá de la opinión que circula y de las ideas que dominan, van también al lenguaje, a los gestos, a buscar una relación entre los gestos y los actos.
Me ubico en Venezuela, donde vivo ahora, pensaba antes de ayer, que podía escribir sobre "todo", como decía Beauvoir, esa idea de querer recorrer todo escribiendo, de describir, deshojar una escena, una imagen, un objeto.
Ahora siento que lo que prima es la situación que viven miles de venezolanos, la cólera, la confusión, el miedo. Hay una "era planetaria" que hace que cualquier cosa que suceda aquí, repercuta en el otro extremo del planeta. Las personas comparten cada vez más las mismas fobias, los mismos miedos, y forman parte de una "gran comunidad" acosada y deseada por los medios: la guerra es por una representación del mundo, cómo debe ser y quiénes somos nosotroas en él. De ahí que el resultado que ha habido ayer en las elecciones presidenciales en Venezuela, donde Nicolás Maduro ganó tan solo por un punto de ventaja, no me sorprende. Hay dos tablas de lectura para lo que sucede hoy en Venezuela: quienes creemos que este país vive un momento clave en su historia, que su trabajo político, social es valiente, que recorre sus fallas y sus excesos, pero se recorre, como lo hace una persona a lo largo de su vida. La idea de la política en Venezuela es completamente clásica en su función elemental: el gobierno del pueblo y para el pueblo, pero no hay que olvidarse que las divisiones sociales son distintas a las de Europa o Estados Unidos, aquí sí hay una clase obrera trabajadora, una clase todavía vulnerable y pobre pese a que se ha reducido la pobreza a la mitad, y la extrema a 2,6% (son datos de la Unesco). Hay entonces una confrontación clara entre una clase media que se identifica con las altas esferas y otra que ve en el "chavismo", comprendido como una doctrina del "otro", de la alteridad (de ahí sus resabios religiosos, en relación con la idea que practicó Cristo: ama al otro como a ti mismo", de ahí que se hable de amor, aunque podría disminuir la dosis religiosa de su discurso, que ha dado paso a una "cristología de Chávez") que ve en este gobierno su única tabla de salvación. La segunda tabla es la que ve a la sociedad venezolana integrada al capitalismo internacional gobernante, como una sociedad de libre mercado que acepta la pobreza como situación estructurante, sin pobres, no hay ricos, lógica básica. Vi una película danesa que se llama "Royal affaire" ayer, en ella se ve cómo las grandes reformas, educación gratuita, libertad de expresión, supresión de la tortura en la Dinamarca del siglo XVIII, bajo influencia del Siglo de las luces, costó años de años. Los cambios, ejercidos desde el poder, no penetran tan fácilmente las capas sociales más numerosas (lo que se tontamente llama pueblo, en vez de población) y esto tarda.
Estas ideas "revolucionarias" porque se trata de crear una independencia económica, pero también otro modelo de sociedad, más solidario, fuera de los paradigmas capitalistas de consumo y deshecho, una sociedad donde se pueda llegar a una autonomía ciudadana reforzada, activa, donde las mujeres y los hombres se puedan mirar de igual a igual (el trato que da Maduro a Cilia Flores, su compañera, con quien no está casado, revela mucho sobre cómo se considera en esas esferas a la mujer en Venezuela), una sociedad menos neurótica (menos sicótica, por qué no?), más estructurada, más noble, y más creativa. En ningún momento se ha dicho que el Socialismo del siglo XXI sea una doctrina acabada, ni Chávez, ni Maduro, ni nadie, es un movimiento, una búsqueda, y un diálogo (creo que esta palabra la ha utilizado Maduro cientos de veces), una dinámica social que busca gobernar.
¿Por qué entonces ha tenido tan poca votación Maduro comparado con Chávez? Por varias razones que los analistas han ido diciendo, creo que ellos con más claridad que yo: porque durante el gobierno de Chávez hay una clase que ha emergido aumentando su poder adquisitivo, incluso se han convertido en dueños de un apartamento con el plan vivienda, esto ha hecho que el discurso de desconfianza que ha sembrado Henrique Capriles durante su campaña, haya resultado. Pasan de los valores de "su revolución a adoptar valores neo-liberales. Cuando decía (de manera cínica porque en las elecciones pasadas trataba a HC de dictador, de prepotente, de incapaz) que Maduro no era Chávez (este ha sido un punto fuerte de la campaña, el más cínico y el más oportunista) estuvo diciendo que "No iba a ser tan generoso como Chávez, que lo que habían obtenido con él, vivienda digna, educación, se iba a acabar porque se trataba de una cohorte de corruptos, de aprovechadores que, además, no respetaban a su líder (llegó a decir que cómo podían hace runa campaña festiva a tan poca distancia de la pérdida de su líder), y se se apoyaban en él con fines personales. Esta campaña donde HC ha fingido respeto por HC, hacer pensar que su muerte había sido sentida por toda la población venezolana (seguro que sí, si incluso festejaban en Miami y aquí que se hubiese muerto (sic, sic) es una locura oírlo hablar del tema como si se tratase de otra persona, en esto, hay algo de esquizofrénico, de fragmentado), como mensaje, ha funcionado, y hubo fuga de votos chavistas hacia HC.
Uno tiene la cara que merece a cuarenta años, decía Camus, y Capriles, lo siento, pero es así, tiene un rostro de rasgos rígidos, una mirada de alucinado, una rigidez en las frases que denotan alguien radical, de ideas ciegas. A mí, me atemoriza. No sé si sus acusaciones de irregularidades durante le proceso de votación, son completamente ciertas, en este juego político todo está muy amañado, pero hay algo que leo directamente en la reacción que tuvo ayer, que pudo no haber contestado: los votos que van a maduro, 300.000 más de la mitad, no valen igual que el del resto de la población que votó por él. Digo esto porque he visto innumerables mensajes en twitter y en el fb, racistas (los desdentados, los feos), contra esa parte de la población. Hay una aversión de clase, es la racaille de Sarkozy (cuando el Presidente francés se refirió a una parte marginal de la población francesa) y es el cubano disfrazado de venezolano que ve una parte de los venezolanos, el que le va quitar su país, el invasor, en suma, el nuevo "judío", o el ´árabe en Europa.
Sobre las propuestas sociales y económicas no ha habido debate, se sabe lo que ha hecho el gobierno del PSUV; y lo que quiere seguir haciendo, una política social fuerte, estimular la inversión privada, pero No a los monopolios y al capitalismo financiero, pero se sabe, sabe alguien qué pensaba hacer Capriles? Hay un mantra que se repite:" libertad a los presos políticos", pero nunca he visto la cara de esos presos políticos, dónde están y quiénes son y por qué la comunicad latinoamericana no diría nada, porque Venezuela les da Petróleo? No sé... Otro mantra, independencia de las instituciones, ¿no son estas independientes cuando gobiernan para adentro, para su población, ejercen un rol regulador, dan cara en circunstancias nada fáciles, como ha hecho el CNE, o hace la Fuerza Armada, prestándose como garantes de la voluntad general, no es eso instituciones independientes o es que "independencia" significa ponerse del lado de los que tienen el poder económico y no político? Lo que tiene la población venezolana es el poder moral, pero dinero, no no lo tiene, eso es cierto.
No sé qué más quería decir, ah, sí, que esta campaña que ha sido asumida, como decía el periodista César Lévano en el diario La primera, de Lima, como una contienda internacional en la que mayor parte, casi todos, todos los medios, estaban con Capriles cediéndole una vitrina espectacular a un candidato que no conocen si no es por sus escasas entrevistas en las que no dice nada claro, un trabalenguas que pocas veces he podido resistir sin preguntarme si no es una tomadura de pelo, en suma, una campaña desde el extranjero, desde aquí apoyando a Capriles. Es cierto que Maduro no debió hablar de los logros de la revolución durante el cierre de campaña, que su vicepresidente también pudo ser menos elocuente sobre el mismo tema, que pueden mejorar y restringir una serie de cadenas televisadas para propaganda, pero, ¿cómo pueden hacer contrapeso a una arremetida en contra tan pesada? No lo sé, pero tendrán que auto-regularse para no regalar argumentos fáciles a la oposición que cada vez está más agresiva y violenta. No sé qué pasará, la ciudad está desierta, hay un silencio moroso, de espera. Mi madre me dice que Capriles se ha reunido con una cúpula militar, que eso se dice en Lima, ¿qué les dirá y qué les puede proponer, que se le volteen a Maduro? mnnnnn.... Nunca he visto a militares tan atípicos ( ano ser que estén disfrazados) cívicos, tan delicados con su población, tan fuera del estereotipo. Son personas. Esa es parte de esta revolución, arrasar con estereotipos, la fuerza interiores en pleno movimiento, Chávez fue el primero en romperle la caja de esquemas, mejorar su autoestima, convertirlos en guardianes respetuosos del orden, en querer estar con la democracia, cuidarla mientras este madure, crezca, sea fuerte...
en fin, que ya hice mi análisis. es lo que veo, intuyo, leo en este país. no soy infalible ni lo pretendo, necesitaba recorrer ese espacio vivido, ordenarlo, y entregarlo a loas lectores.
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