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lundi, février 27, 2012

El tiempo

Sempre recuerdo esa interrogación de San Agustín sobre lo que es el tiempo (Confesiones, libro XI), y sí ¿qué es el tiempo sino una visión subjetiva de lo que pasa, lo que sucede? En esta época de saturación de información, es algo todavía peor: nos disponemos de tiempo para nada. hay cientos de cosas que distraen, desde que te levantas, la radio, las noticias, el fb, los mensajes... hay que elegir entre prestar atención y hundirse en un marasmo completo. cierto, la curiosidad, las ganas de estar en todas partes y no estar en ninguna, es engañadora. hablamos con mucha gente pero no la vemos, el cuerpo está ausente.
ayer encontramos, en pirata, la película sobre Carl Jung y Sigmund Freud, una relación interesante que me cuestiona en muchos aspectos, pero opinaré cuando haya leído a Jung, a quien conozco muy mal. en esta película, se ve cómo en la Viena de comienzos de siglo, hablar del cuerpo era casi un tabú, y, cuando Freud publica sus Tres ensayos sobre la sexualidad, en 1905, se produce un escándalo. nadie había hablado del cuerpo de esa manera tan directa, y en la película de Cronemberg, se ve que Jung se resiste, quizás por ser de más puritano que Freud (¿será?), a tocar el tema... resulta que después han pasado muchas cosas y la teoría sobre la sexualidad como el origen de las neurosis, de Freud, ha dado algunos brincos, sobre todo en lo que nos concierne a las mujeres, la histeria, la ninfomanía y todos esos prejuicios patriarcales... pero, honestamente creo que el psicoanálisis no es desdeñable, al contrario, su aporte ha sido enorme, como también que sigue estando muy cerca de la literatura por el método que emplea, la talk cure, la cura con la palabra no es un capricho de Freud, ni un invento de unos alucinados, es algo que está muy cerca de lo que significa escribir, deshacerse de un contenido, desaparecer en él y entregárselo a la lectora o lector...

un fragmento revelador de Jung: Freud no se preguntó nunca por qué debía hablar constantemente sobre el sexo, porque este pensamiento le poseía. Nunca tendría consciencia de que en la «monotonía del significado» se expresaba la huida de sí mismo, o de aquella otra parte suya que quizás pudiera definirse como «mística». Sin reconocer esta parte no podía sentirse acorde consigo mismo. Era ciego frente a la paradoja y la ambigüedad de los significados del inconsciente, y no sabía que todo cuanto emerge del inconsciente posee algo superior e inferior, algo interno y externo. Cuando se habla de lo externo —y esto hizo Freud— se considera sólo la mitad de ello y, consiguientemente, surge en el inconsciente una fuerza antagónica.
Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos.20


tengo muchas cosas qué decir, pero, de veras, entre el bombardeo del fb, la prensa, la tv, la lectura y la escritura, más que hay que escribir artículos, dar clases, organizarse, no puedo escribir tanto en mi blog, pienso: organización, no he escrito tantos libros, no leo tantos, ¿o sí? termino con lo que empiezo, soy inclemente en eso, observo, pienso, me canso, observo, pienso. el otro día que escuchaba a J.B Pontalis en France Culture, también psicoanalista, y a quien pude ver en mi último paso por París, me di cuenta que con la edad, la vida síquica no cambia mucho, las heridas son las mismas (él hablaba de la herida que le había dejado la muerte de su padre) por lo que podríamos pensar que el psicoanálisis no cura, y solo ayude a vivir con esas heridas... la neurociencia dice que esos traumas o "huellas" se alojan en una parte del cerebro que se llama "amígdala", ¿no habría manera de borrarla? no lo sé y no sé si la palabra escrita sea suficiente, pero es fascinante y dan ganas de seguir indagando...

volveré con mi blog, como el tiempo me lo permita, una vez por semana no me parece mal, aunque se acumulan demasiadas cosas, ideas, sensaciones...


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