Un instante de concentración revisando el taller que voy a hacer en Barcelona. Mirba el viento que sacude las ramas y leía en el archivo Gallique, de la Biblioteca nacional de Francia, los manuscritos numerizados de Casanova y de Choderlos de Laclos... Podría pasarme horas así, pero vamos a salir a almorzar al centro de Dublín. Es, cómo diría... (como decía Echenoz) "ficcional", se presta a la ficción. Hay algo denso, desfasado, impenetrable (como México) que me inspira escribir... Perú es distinto, es uan experiencia límte, limpia, casi completa... No es porque sea mi país, es por muchas razones, por la experiencia afectiva con el lenguaje. Aquí estoy separada, no hablo tan bienel inglés, y menos con el acento irlandés, pero eso no me aisla, sino que me lleva a mí misma...
Regreso a mis libros por diez minutos, me acuerdo que ayer no saludé a mi querida Tatiana por su cumpleaños, pienso en mi padre (que va mejor) , en mi madre, allá, en la humedad de Lima, en que para los irlandeses decirles que llueve es como decirles que Lima es gris para los limeños, algo que no existe, que es como una piel...
Y acabo de encontrar un poema de Choderlos de Laclos que justifica mi ansiedad por estar cerca de mis libros y escribiendo:
Carta a Margot
Dulce tesoro, objeto de deseos
En el aturdimiento
empieza la sabiduría
Donde la naturaleza de edad en edad
Ha sabido conservar nuestros placeres
De otros bienes, que va a hacer ella?
Hacer de tu tiempo un buen uso
he ahí la riqueza del sabio
y aquella de Margot
Y esta Margot se va a la calle!!
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