Ahora que ya me encuentro en un lugar frente al mar, empiezo a poner un poco de texto a todo lo que voy recorriendo. Esta mañana, caminata por Barranco, ganas de recorrer con la mirada, permanecer, disfrutar de los detalles. Ayer paseaba por un mercadillo de barrio con mi madre, nos perdíamos entre puestos de comida, gente inclinada sobre sus platos, luego, para salir al movimiento de la ciudad. Imposible que no me haga la pregunta: ¿qué estamos produciendo; qué es todo este crecimiento que no se compara con la calidad de vida de algunas personas que conozco? Sí, hay un crecimiento, una primavera en este ambiente indulgente, ligeramente húmedo, y con olor a mar. Pero no sé si es suficiente y si no es mi mirada nueva. Toda opacidad esconde una luminosidad, o viceversa, o sea que hay que estar expuestas a esos espacios que ofrece Lima y el Perú, en pleno proceso, buscándose a golpes, sin demasiada confianza. Tal vez el problema fundamental es que no confiamos, ni en lo que sentimos, ni en lo que representamos. De ahí que sienta que no hemos propuesto nada nuevo al mundo, que somos una copia con ciertas particularidades del mundo que nos han entregado como modelo, que ese mundo que nos ha servido de modelo está en crisis, y que podemos aportar algo antes de ser completamente un híbrido.
el paisaje mineral de esta costa.
La casa de Emma que me ofrece su habitación con vista.
mi madre siempre radiante cuando estoy en Lima
mis hermanos
chaclacayo y su sol sobre los cerros desérticos
miramos con mi papá la desaparición de cactus
este malecón de Barranco donde antes paseaba con Ribeyro
el mismo café en la esquina, el puesto, el olor a mar...
en este ambiente podré escribir, mis puntos cardinales se han organizado y reconozco mi ciudad, mi tempo, mi casa inicial....
sigo en estos días...
lundi, septembre 17, 2012
cuando llegue a Lima, las elecciones aquí...
Estaba releyendo el texto corto de Agota Kristof, La analfabeta. Me gusta por su limpieza, su sencillez. Sin embargo la historia es dura, desarraigo, exilio, soledad. A veces me reconozco en algunas descripciones: "días de trabajo solitario (desolado), noches silenciosas, vida fija, sin amigos, sin familia". Lo que se busca cuando se regresa al lugar de donde venimos es ese acompañamiento en gestos afectivos, ese ruido del habla, de la complicidad, de una resonancia de la experiencia, incluso del hecho más banal, mirar la tv y reconocer un rostro, compartir la misma historia, los mismos intereses. Se me ocurre, ahora que lo pienso, que nuestras sociedades son también conservadoras, y la familia es fundamental. Digo todo esto porque he estado deseosa de amistades, y he sentido pocas en mi entorno, ausencia de mirada en realidad. No tenemos la impresión de participar en lo que sucede, es decir, eso les pertenece a elloas, loas venezolanos...
Hablando de participar, esta madrugada veo que me han llegado mensajes de texto advirtiéndome sobre la enfermedad de Hugo Chávez:" mira como camina, está muy mal" (???). No tengo idea de cómo consiguen tus números, Olivier dice que es fácil recuperarlos en cualquier tienda.
Escucho France Culture y dan una información sesgada; nadie dice en qué consiste el programa de Enrique Capriles y ni siquiera se habla del "paquetazo" que tanto se ha comentado aquí, tampoco del escándalo de los videos. Una cosa me parece abrumadora: que hay una información que no pasa a través de los medios, que solo se tiene una versión. Con todas las carencias que pueda tener este proceso, hay una implicancia masiva, completa. Me parece evidente que hay una confrontación de intereses y una oposición de clases, la que ha sido recuperada, moral y socialmente (la palabra moral es fundamental), que, con todos los populismos del caso, es una recuperación de la población más golpeada y es un elemento clave para comprender este proceso. Este gobierno (porque aunque repitan lo mismo, gobiernan los consejos comunales, las asociaciones, no una sola persona) les ha dado voz a los mudos, a los silenciados. Ese mensaje, esa habla, no se escucha. ¿Solo hay algunos que merecen ser escuchados? ¿Por qué no se mandan reporteros a Venezuela y solo se trabaja con agencias? Ni idea, pero es injusto por todas esas personas que están involucradas. Los sondeos dan como ganador a HC con un margen entre el 9% y 12%. La campaña de Enrique Capriles es rimbombante, hay afiches en cada esquina, grandes carteles recortados sobre las autopistas, algunas veces, también del actual Presidente, pero la diferencia de medios es notable. Lo he visto yendo al Estado de Carabobo, uno de los más importantes. A Catia, etc... No puedo generalizar, pero que la oposición está, y está cosechando los votos de los que están cansados de escuchar hablar de revolución, de anti-capitalismo sin entender qué sucede, aferrados a una oferta mediática, aparentemente relampagueante como la EC.
Sobre el problema que a todo el mundo inquieta, la perennización de HC en el poder, yo me inclino a pensar (no es una idea mía sino que he tomado de otra fuente) que más que un proceso de alternancia y acomodamiento de una sociedad neo-liberal, es un proceso de transformación, una revolución cultural (en la forma como se ven a sí mismoas, cómo ven el futuro e interpretan el pasado, desde una visión constructiva) que busca afirmarse, por lo que pide tiempo. Que su líder esté omni.omni, creo que se puede criticar, pero esas críticas deben reconocer lo que la población ha adquirido en madurez política. Yo no creo que se prolongue más allá de este mandato, se están formando cuadros, nuevas figuras políticas, sobre todo mujeres. Si hay un "irenismo" (http://fr.wikipedia.org/wiki/Irénisme) en este proceso, es posible, aunque no creo que sea un argumento para desautorizarla, no todoas participamos de esa vulgata que defiende siempre el neo-liberalismo y lo ve como el "mal menor". Si el cinismo político es una clave, no he entendido nada. Mis análisis son afectivos, tienen un rostro, una voz, por más que intente tener un razonamiento lógico y crítico... voila.
Termino, casi, el libro de Christine Angot: Une semaine de vacances, "trepidante", rápido, inicisivo, poético, osado, cruel por momentos, son las ideas que se me vienen a la cabeza.
hace unos días recibí un mensaje de una editora importante en Francia: Votre texte est interessant, assez bien écrit, mais nous sommes partagés (divididos), pas emballés (no del todo convencidos) ... Un gran signo de interrogación sobre qué significa todo eso. Pas un mot, sobre qué les ha parecido interesante, ni nada...
Quedan, correcciones, relecturas, y empezar a hacer maletas, yeahhhh!!
Hablando de participar, esta madrugada veo que me han llegado mensajes de texto advirtiéndome sobre la enfermedad de Hugo Chávez:" mira como camina, está muy mal" (???). No tengo idea de cómo consiguen tus números, Olivier dice que es fácil recuperarlos en cualquier tienda.
Escucho France Culture y dan una información sesgada; nadie dice en qué consiste el programa de Enrique Capriles y ni siquiera se habla del "paquetazo" que tanto se ha comentado aquí, tampoco del escándalo de los videos. Una cosa me parece abrumadora: que hay una información que no pasa a través de los medios, que solo se tiene una versión. Con todas las carencias que pueda tener este proceso, hay una implicancia masiva, completa. Me parece evidente que hay una confrontación de intereses y una oposición de clases, la que ha sido recuperada, moral y socialmente (la palabra moral es fundamental), que, con todos los populismos del caso, es una recuperación de la población más golpeada y es un elemento clave para comprender este proceso. Este gobierno (porque aunque repitan lo mismo, gobiernan los consejos comunales, las asociaciones, no una sola persona) les ha dado voz a los mudos, a los silenciados. Ese mensaje, esa habla, no se escucha. ¿Solo hay algunos que merecen ser escuchados? ¿Por qué no se mandan reporteros a Venezuela y solo se trabaja con agencias? Ni idea, pero es injusto por todas esas personas que están involucradas. Los sondeos dan como ganador a HC con un margen entre el 9% y 12%. La campaña de Enrique Capriles es rimbombante, hay afiches en cada esquina, grandes carteles recortados sobre las autopistas, algunas veces, también del actual Presidente, pero la diferencia de medios es notable. Lo he visto yendo al Estado de Carabobo, uno de los más importantes. A Catia, etc... No puedo generalizar, pero que la oposición está, y está cosechando los votos de los que están cansados de escuchar hablar de revolución, de anti-capitalismo sin entender qué sucede, aferrados a una oferta mediática, aparentemente relampagueante como la EC.
Sobre el problema que a todo el mundo inquieta, la perennización de HC en el poder, yo me inclino a pensar (no es una idea mía sino que he tomado de otra fuente) que más que un proceso de alternancia y acomodamiento de una sociedad neo-liberal, es un proceso de transformación, una revolución cultural (en la forma como se ven a sí mismoas, cómo ven el futuro e interpretan el pasado, desde una visión constructiva) que busca afirmarse, por lo que pide tiempo. Que su líder esté omni.omni, creo que se puede criticar, pero esas críticas deben reconocer lo que la población ha adquirido en madurez política. Yo no creo que se prolongue más allá de este mandato, se están formando cuadros, nuevas figuras políticas, sobre todo mujeres. Si hay un "irenismo" (http://fr.wikipedia.org/wiki/Irénisme) en este proceso, es posible, aunque no creo que sea un argumento para desautorizarla, no todoas participamos de esa vulgata que defiende siempre el neo-liberalismo y lo ve como el "mal menor". Si el cinismo político es una clave, no he entendido nada. Mis análisis son afectivos, tienen un rostro, una voz, por más que intente tener un razonamiento lógico y crítico... voila.
Termino, casi, el libro de Christine Angot: Une semaine de vacances, "trepidante", rápido, inicisivo, poético, osado, cruel por momentos, son las ideas que se me vienen a la cabeza.
hace unos días recibí un mensaje de una editora importante en Francia: Votre texte est interessant, assez bien écrit, mais nous sommes partagés (divididos), pas emballés (no del todo convencidos) ... Un gran signo de interrogación sobre qué significa todo eso. Pas un mot, sobre qué les ha parecido interesante, ni nada...
Quedan, correcciones, relecturas, y empezar a hacer maletas, yeahhhh!!
lundi, septembre 10, 2012
la época del silencio
Cada vez estoy más cerca de esa idea de que vivimos en una época huidiza, veloz, muchas veces sin presencia, en la que los paradigmas que animaban nuestra imaginación van desapareciendo poco a poco. ¿Quién cree en esta época de internautas solitarios que el mundo va a cambiar con una idea, un libro, una película, cualquier tipo de producción cultural?¿ Quién si no es desde su espacio solitario confinado a unos cuantos muros se entrega a una búsqueda de sentido en este tiempo en el que le sentido está reducido a mi computadora, a la abstracción de una conversación, a un movimiento mínimo? Mínima moralia también, todo lo que me implica está suscrito a ese espacio cada vez más virtual, cada vez más abstracto. Si la economía se ha vuelto cada vez más abstracta y tirana, las relaciones humanas no lo son menos, se miden y se buscan a través del FB, siempre sin rostro.
Me pregunto hasta qué punto reduciremos nuestro espacio público, ¿hasta dónde podrá ir esta simplificación de acciones y de gestos, y si un día perdemos definitivamente el gusto del intercambio, de la palabra, del diálogo? Tendremos que acostumbrarnos a vivir con tan poco, o lo que es peor, ¿aterrorizadoas con un futuro sombrío, oyendo mensajes de guerra, anuncios de crisis interminables, sin poder llorar por todas esas vidas que se pierden, cada vez más duroas, más ausentes?
Por lo pronto, creo que la literatura será el terreno más afectado, desaparecerán los libros impresos, las librerías, loas editores, las personas que escriben... ¿qué más va a pasar? Si escribir un libro se convierte en una repetición de lo que vemos y oímos en la televisión ¿para qué nos servir áescribir y leer? No es que entre en mi fase pesimista, es que creo que cada vez debemos ir renunciando a más cosas, aprender a vivir con lo justo, incluso afectivamente (las grandes aventuras amorosas quizás llegan a su fin en una época de gente tan escéptica, tan desesperada por no sucumbir), es lo que voy sintiendo en el aire...
Entonces detenerse, mirar por unos instantes alrededor de nosotroas, decirnos que quizás esta época está cambiando velozmente, pero que en el fondo, nosotroas nos mantenemos de pie respirando a todo pulmón, sin pulmón artificial.
L affaire Millet.
Estoy cada vez más perpleja de ver los artículos que siguen a la aparición del texto de Richard Millet, Langue fantome, seguido de un elogio del asesino de Noruega. Me toca de cerca porque he visto emerger un personaje tan oscuro, tan abyecto.¿Es la misma persona que conozco, que a veces me recibía en su oficina de la calle Gallimard para hablar de libros, del Líbano, de los viajes? Aparentemente, sí es el mismo. Ni literario, ni inventado, real.
La última vez que vi a Millet, en la misma editorial, lo sentí más ofuscado que nunca. Cuando le comenté que un amigo escritor me había comentado un fragmento suyo infame en contra de algunos franceses de origen africano, me contestó que no se refería a ellos, sino a la mayoría de la gente que estaba en el RER (tren de cercanías en parís). Sin duda disimulaba este libro aun más terrible (los anteriores no los había leído o los había empezado a medias-no sabría explicar las razones-, lo conozco más por sus novelas que tienen una belleza sombría, lejos de estos horrendos panfletos). Recuerdo que sentí una opresión, un miedo a a algo desconocido, lo que podría ser esta locura del odio y la violencia. ¿Qué le hacía perdonarme la existencia? (según él los franceses solo existen cuando son de sangre"), no lo sé, pero esto es un agujero negro, una cosa terrible, que parece no terminar aquí.
Me pregunto hasta qué punto reduciremos nuestro espacio público, ¿hasta dónde podrá ir esta simplificación de acciones y de gestos, y si un día perdemos definitivamente el gusto del intercambio, de la palabra, del diálogo? Tendremos que acostumbrarnos a vivir con tan poco, o lo que es peor, ¿aterrorizadoas con un futuro sombrío, oyendo mensajes de guerra, anuncios de crisis interminables, sin poder llorar por todas esas vidas que se pierden, cada vez más duroas, más ausentes?
Por lo pronto, creo que la literatura será el terreno más afectado, desaparecerán los libros impresos, las librerías, loas editores, las personas que escriben... ¿qué más va a pasar? Si escribir un libro se convierte en una repetición de lo que vemos y oímos en la televisión ¿para qué nos servir áescribir y leer? No es que entre en mi fase pesimista, es que creo que cada vez debemos ir renunciando a más cosas, aprender a vivir con lo justo, incluso afectivamente (las grandes aventuras amorosas quizás llegan a su fin en una época de gente tan escéptica, tan desesperada por no sucumbir), es lo que voy sintiendo en el aire...
Entonces detenerse, mirar por unos instantes alrededor de nosotroas, decirnos que quizás esta época está cambiando velozmente, pero que en el fondo, nosotroas nos mantenemos de pie respirando a todo pulmón, sin pulmón artificial.
L affaire Millet.
Estoy cada vez más perpleja de ver los artículos que siguen a la aparición del texto de Richard Millet, Langue fantome, seguido de un elogio del asesino de Noruega. Me toca de cerca porque he visto emerger un personaje tan oscuro, tan abyecto.¿Es la misma persona que conozco, que a veces me recibía en su oficina de la calle Gallimard para hablar de libros, del Líbano, de los viajes? Aparentemente, sí es el mismo. Ni literario, ni inventado, real.
La última vez que vi a Millet, en la misma editorial, lo sentí más ofuscado que nunca. Cuando le comenté que un amigo escritor me había comentado un fragmento suyo infame en contra de algunos franceses de origen africano, me contestó que no se refería a ellos, sino a la mayoría de la gente que estaba en el RER (tren de cercanías en parís). Sin duda disimulaba este libro aun más terrible (los anteriores no los había leído o los había empezado a medias-no sabría explicar las razones-, lo conozco más por sus novelas que tienen una belleza sombría, lejos de estos horrendos panfletos). Recuerdo que sentí una opresión, un miedo a a algo desconocido, lo que podría ser esta locura del odio y la violencia. ¿Qué le hacía perdonarme la existencia? (según él los franceses solo existen cuando son de sangre"), no lo sé, pero esto es un agujero negro, una cosa terrible, que parece no terminar aquí.
lundi, septembre 03, 2012
En escándalo con Richard MIllet, la costa venezolana..
dos temas opuestos, uno oscuro, terrible, el otro solar, vital. He estado pensando en qué puede haber pasado con RM, amigo personal, para haber hecho una publicación como la de su último ensayo, La langue fantome. Quiero explicar lo que intuyo en este alegato largo en favor de la "pureza del idioma", contra el multicultarismo que ha ido formateando a lo largo de varios libros )más bien panfletos, textos enredados y crudos). Sucede que siempre siento que hay un problema con el idioma cuando las personas se resisten a pensar "de otra manera", cuando la alienación ocupa el lugar de la reflexión. Además creo que hay dos dinámicas muy distintas en el hecho de escribir, la creativa, que se deja llevar libremente y es casi una aventura (la más democrática posible) y la racional o esquemática, que intenta demostrarnos siempre algo. La pregunta que podríamos hacernos es ¿por qué es tan común ver que en Francia y otros países en etapa post-industrial se inclinen por un forma de pensar tan radical y de ultra derecha, qué sucede? Si el idioma no logra comunicar valores concretos de una cultura, si este no dialoga, se termina por asfixiar girando sobre sí mismo. Millet, posee una gran nostalgia de un tiempo que ha pasado, es un sueño de un idioma adámico, sin fallas, que refleje realmente el "ser europeo". Es una postura ontológica que no tiene salida porque este "ser", esta esencia, no existe. El origen de Francia, como el de otras naciones, es diverso. Pero aquí surge un problema que hace que se desespere y escriba esos panfletos tan terribles: lo que tiene frente a él, es una inmensidad de personas, de pieles, de idiomas, y de individuoas impenetrables (de ahí que sea tan violenta su reacción, creo yo), incapaces de devolverle el mundo que ha creado en sus libros y que preserva una imagen idílica del pasado, siempre traicionando su idioma, al no reflejar los mismos valores de antes. Esto es lo que nos sucede a todoas en algún momento de nuestras vidas, pero aceptamos ese despaisamiento, ese volvernos exóticoAs en nuestros propio territorio, el lenguaje que se enfrenta a la vastedad del mundo, se convierte y nos convierte en otrAs...
No sé si se trate de entender el Mal, fuera de persona encarnadas, se trata de entender la insania en un monstruo como Bevrick, en todas aquellas personas que ven con indulgencia las llamaradas políticas, los clamores de un pueblo que sufre, y muchas veces con una sonrisa en la boca. El sufrimiento no es virtual, es. Creo que hasta aquí llega mi comprensión de lo que puede ser una provocación. Richard Millet, y me duele decirlo, está entrando en ese limbo de una lengua solitaria y privada, violenta y destructiva, es el nihilismo absoluto.
El mar...
fin de semana a través de la costa de Vargas, sensación de recorrer las entrañas de la tierra habitada por gente fuerte, soleada, hablante y sonriente.
baños en el agua de mar, sensación de bienestar durable, pelícanos, mariposas en pleno mar. La exuberancia de Venezuela me embriaga, Ayer intento leer en la terraza, no puede dejar de mirar extasiada la montaña, las aves, el cielo... podría pasar largas horas así. Je pourrai pleurer de bonheur!
de regreso, pánico en un túnel de entrada a Caracas (mi gran pesadilla; el tráfico) en el que quedamos bloqueados la última vez con Olivier, pensando que nos íbamos a asfixiar con el gas de los autos que seguían encendidos... bajamos, luego, sentí que había sido una cobarde, el chófer del taxi no se podía mover!!
llegando esta vez desde la Guaira, decidí bajar y hablar con la Guardia Nacional, pensando que en el pregunta: ¿por qué no controlan la entrada de carros al túnel? encontraría la cura para mi ansiedad desmesurada... los guardias me miraron serenos desde sus hermosos rostros bronceados, nadie leía ese peligro, salvo yo, gran neurosis.
de todas formas insisto en que ese túnel, demasiado largo y sin ventilación es peligroso. Y, para alguien como yo, una tortura...
No sé si se trate de entender el Mal, fuera de persona encarnadas, se trata de entender la insania en un monstruo como Bevrick, en todas aquellas personas que ven con indulgencia las llamaradas políticas, los clamores de un pueblo que sufre, y muchas veces con una sonrisa en la boca. El sufrimiento no es virtual, es. Creo que hasta aquí llega mi comprensión de lo que puede ser una provocación. Richard Millet, y me duele decirlo, está entrando en ese limbo de una lengua solitaria y privada, violenta y destructiva, es el nihilismo absoluto.
El mar...
fin de semana a través de la costa de Vargas, sensación de recorrer las entrañas de la tierra habitada por gente fuerte, soleada, hablante y sonriente.
baños en el agua de mar, sensación de bienestar durable, pelícanos, mariposas en pleno mar. La exuberancia de Venezuela me embriaga, Ayer intento leer en la terraza, no puede dejar de mirar extasiada la montaña, las aves, el cielo... podría pasar largas horas así. Je pourrai pleurer de bonheur!
de regreso, pánico en un túnel de entrada a Caracas (mi gran pesadilla; el tráfico) en el que quedamos bloqueados la última vez con Olivier, pensando que nos íbamos a asfixiar con el gas de los autos que seguían encendidos... bajamos, luego, sentí que había sido una cobarde, el chófer del taxi no se podía mover!!
llegando esta vez desde la Guaira, decidí bajar y hablar con la Guardia Nacional, pensando que en el pregunta: ¿por qué no controlan la entrada de carros al túnel? encontraría la cura para mi ansiedad desmesurada... los guardias me miraron serenos desde sus hermosos rostros bronceados, nadie leía ese peligro, salvo yo, gran neurosis.
de todas formas insisto en que ese túnel, demasiado largo y sin ventilación es peligroso. Y, para alguien como yo, una tortura...
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