Creo que hay instantes en que debemos pensar qué significa la vida frente a la muerte. Una de las cosas con las que nos confronta la situación que atraviesa Venezuela, con la enfermedad de su Presidente, es reveladora. Más allá de todas las caricaturas y simplificaciones de las cuales es víctima este proceso, la madurez de la población venezolana, me sorprende. Si hay tanto afecto, y a veces un poco de amor histérico, es porque en muchos años de una "supuesta democracia" nadie se ocupó de los más vulnerables (comparto con Jacques Rancière su idea de que las democracias representativas no cumplen realmente una función por la igualdad). Chávez, con una sensibilidad y una empatía siempre atenta, fina, se ha ocupado de todos aquellos y aquellas que no tenía rostro, que vivían sin vida- No solo convirtió a esta vocación de servicio en una convicción moral, sino en una decisión política. ¿Una Teresa de Calcula hombre? No sé, pero hay algo en la persona de Chávez que hace que entre en contacto con las aquellas que lo ven y lo escuchan y lo siguen, que hayan alcanzado un nivel de madurez moral y política. Nadie cierra los ojos frente a los errores, los temas que siempre surgen cuando una población (una parte de la población) decide hacerse cargo del destino de su país, pero hay una responsabilidad asumida. La biología no es un destino, decía Freud, tampoco la pobreza es una situación "natural" y aceptable como se pretende hacer pasar como lenitivo y sedante. La chatura de la idea de que es necesario de que existan pobres para que tengamos ricos es, desde todo punto de vista escandalosa. Para alguien que escribe, el lenguaje es importante. Cuando los responsables políticos, apoyados en la mirada de su líder se expresan, cuando los jóvenes y las mujeres (sobre todo las mujeres) con un lenguaje que organiza, piensa, reflexiona, no se puede pasar de frente. Es una dialéctica constante, y ahí donde un lenguaje busca soluciones, recuperar la confianza en el discurso y alejarlo de sus tenores retóricos, ahí donde el lenguaje asume la carga moral del otroa a quien se dirige, es cuando realmente cumple su función principal, la de hacer que seamos capaces de soñar, pensar, transformar...
En fin, quería terminar el año con esta reflexión un poco acelerada por falta de tiempo. Creo que para entender qué sucede en Venezuela, es necesario prestar atención, salir del "molde" tradicional de la labor política. Este proceso no se termina con su líder, aunque sea doloroso perder lo que se podría llamar una "compañía silenciosa". Si analizamos por qué tantas mujeres (70% de mujeres participan en este proceso) lloran a un líder, no creo que sea solo la religión, el culto a la figura masculina (además Chávez no es un líder que represente realmente los valores culturales masculinos, si dije Teresa de Calculta...) es que este proceso liderado por él les había garantizado una entrada digna en la historia de su país, un futuro, una vida completa, o como ese gerundio que usa HC, vivir viendo, y vivir muriendo, o morir de vivir para seguir el fraseo que también podría ser de Juan de La Cruz.
Cambio entonces de paradigmas, nunca he oído una sintaxis tan clara, discursos tan claros y maduros de parte de una población, y aunque mucha gente te repita la cantaleta de la la falta de derechos, producto de una propaganda muy bien orquestada por las corporaciones... espero que cuando regrese del Perú, este proceso siga en movimiento.
....
Creo que se me impone un receso, un descanso, un cierre de fin de año para pensar, observar, estar....
feliz año nuevo!
samedi, décembre 15, 2012
mercredi, décembre 05, 2012
Del mundo como un supermercado
Siempre pienso en esta frase: cuesta mucho saber dónde se encuentra su deseo. No desear siempre el deseo del otroa, según la regla mimética que describía René Girard, sino desear lo que nos es necesario, lo que nos produce placer a nosotras. Nosotras, significa escapar de toda esa panoplia de estereotipos que nos llueven día a día sobre lo que "debemos o no desear". Viendo una página de Internet, descubro que existen cada vez más editoriales virtuales (he descubierto sobre todo en francés) que editan de todo, como en un supermercado, como si el lector o la lectora entrase en un dédalo donde siempre hallará el hilo para salir. ¿Será? Intuyo que el abaratamiento de los costos de una edición por Internet, ha convencido, como me comentaba Olivier, que cualquier persona puede escribir correctamente sus memorias, contar anécdotas o conjugar historias, sin que por eso se plantee grandes problemas sobre el lenguaje, la forma, el sentido, etc.... esas personas pueden vender sus libros entre 40 o 50 personas conocidas y así, la editorial, puede llegar a vender cientos de cientos de ejemplares de esa psicología de la proximidad que plantea otra forma de "Vínculo social". Estas palabras están de moda, las he oído varias veces los últimos días, en Pierre de Rosanvallon, en Marc Augé...
Justamente, mi vínculo social es virtual en el extranjero, pero no solo lo es para mí, todas las personas viven y conversan a través de la web, compran, escriben, diseñan el mundo a su manera. El mundo parece un supermercado con el producto que necesitamos. Esto podría dar resultados inimaginables, peor también puede producir una parálisis social, es una intuición...
a medianoche desperté con dolor de cabeza. Tenía: El placer del texto (Barthes) en mi mesa de noche. Leía: ¿qué hace que muchas personas renuncien al placer noble de la lectura? Tal vez, pensé que es que no se sienten a la altura de esas experiencias que aparentemente son sofisticadas, porque, por más trabajo que le haya costado a quien lo escribió, ¿ no parece tan natural, tan real? Creo que la economía nos ha arrancado muchas cosas, la capacidad de confiar en nuestros deseos, en su autonomía, en nuestros sueños, en nuestra capacidad de soñar.
El otro día pensé: mientras soñemos, mientras el inconciente esté allí (el inconciente que son los otroas)
latiendo, imposible que no haya literatura. Nunca sé qué me empuja escribir, pero lo hago, es vital, es como soñar para después estar bien. Hablo de los sueños del sueño en sí.
He estado durante una semana recibiendo gente, hablando con gente, pero no me he recibido a mí misma, no me he hablado a mí misma.
Un día, sensación de agotamiento, de estar como distorsionada, fuera de mi eje. Resulta después de hacer muchos esfuerzos por comunicar, por dialogar. Hay algo en mí que se traiciona, no son miradas que me ven, sino que ven al personaje- Y es agotador.
para volver al supermercado, las identidades se venden y se reconstruyen a una velocidad sideral en las redes sociales, la mejor caricatura. Una persona que tiene 2000 amigoas pero cuando está enferma, o necesita a alguien, no encuentra a nadie. Estas identidades del ciber, son volátiles, no son realmente identidades porque se construyen para la mirada exterior, al menos, es lo que intuyo.
Tal vez estemos entrando a otra forma de construir nuestra psique, ¿ no será nuestro super-yo el FB? Y el Ello, el espacio sideral e inanimado de la imagen?
tendría que dar vueltas a esta idea que tengo la pretensión de exponer, sin afinar.
tal vez porque en este mundo virtual. todo se me hace alambicado.
Justamente, mi vínculo social es virtual en el extranjero, pero no solo lo es para mí, todas las personas viven y conversan a través de la web, compran, escriben, diseñan el mundo a su manera. El mundo parece un supermercado con el producto que necesitamos. Esto podría dar resultados inimaginables, peor también puede producir una parálisis social, es una intuición...
a medianoche desperté con dolor de cabeza. Tenía: El placer del texto (Barthes) en mi mesa de noche. Leía: ¿qué hace que muchas personas renuncien al placer noble de la lectura? Tal vez, pensé que es que no se sienten a la altura de esas experiencias que aparentemente son sofisticadas, porque, por más trabajo que le haya costado a quien lo escribió, ¿ no parece tan natural, tan real? Creo que la economía nos ha arrancado muchas cosas, la capacidad de confiar en nuestros deseos, en su autonomía, en nuestros sueños, en nuestra capacidad de soñar.
El otro día pensé: mientras soñemos, mientras el inconciente esté allí (el inconciente que son los otroas)
latiendo, imposible que no haya literatura. Nunca sé qué me empuja escribir, pero lo hago, es vital, es como soñar para después estar bien. Hablo de los sueños del sueño en sí.
He estado durante una semana recibiendo gente, hablando con gente, pero no me he recibido a mí misma, no me he hablado a mí misma.
Un día, sensación de agotamiento, de estar como distorsionada, fuera de mi eje. Resulta después de hacer muchos esfuerzos por comunicar, por dialogar. Hay algo en mí que se traiciona, no son miradas que me ven, sino que ven al personaje- Y es agotador.
para volver al supermercado, las identidades se venden y se reconstruyen a una velocidad sideral en las redes sociales, la mejor caricatura. Una persona que tiene 2000 amigoas pero cuando está enferma, o necesita a alguien, no encuentra a nadie. Estas identidades del ciber, son volátiles, no son realmente identidades porque se construyen para la mirada exterior, al menos, es lo que intuyo.
Tal vez estemos entrando a otra forma de construir nuestra psique, ¿ no será nuestro super-yo el FB? Y el Ello, el espacio sideral e inanimado de la imagen?
tendría que dar vueltas a esta idea que tengo la pretensión de exponer, sin afinar.
tal vez porque en este mundo virtual. todo se me hace alambicado.
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