Me preguntaba por qué siento menos ganas de escribir en mi blog. tengo algunas pistas. la primera es que siento que una palabra, un discurso cobra sentido en el diálogo, y que este está bloqueado, saturado de mensajes, lo que relativiza el interés de lo que escribo. además, hay otra pregunta, hablar y hablar, sin que haya respuesta, es un poco esquizoide. al menos, yo, lo siento así. de otra parte, creo que las cosas que he ido diciendo están cobrando su cuota en mí. si realmente los lectores desaparecen poco a poco, si nos llenamos de ausencia (lo que relativiza el sentido) ¿por qué seguimos escribiendo? ni hablar de convertirlo en un automatismo, en un reflejo, espero que siga siendo vital. la homogenidad de las redes es también lo contrario de un estímulo, y es curioso, asisto a esto como a un proceso lento, un poco desesperado y a la vez sereno. creo que tendremos que adecuarnos a otras formas, sin que por eso renunciemos, aunque es cierto que siento menos ganas de opinar. es como si estuviera conteniendo la respiración! y no sé muy bien por qué... reservo un espacio a la epifanía (que se da cada vez menos) al palincesto, que sale en mis textos destinados (hasta ahora) a ser publicados.
esta mañana escuchaba la lucha de ciertos sectores contra un pensamiento único. creo que esos espacios donde la palabra se recupera y cobra sentido, escasean. los discursos se me hacen repetitivos, reiterativos, absolutos y cerrados. la imagen que voy a describir es un ejemplo. entras a una sala de espera, todo el mundo está con sus ipods, iphones, blackberrys, todos abstraídos, su mundo es absoluto, cerrado y solitario, el elemento más común, cualquier detalle doméstico se convierte en una identidad, una forma de distinguirse. todo el mundo pasea su vida privada en sus dispositivos y el mundo exterior, los demás, desaparecen. nadie se miraba, nadie se hablaba, la escena era de un autismo que se ha convertido en el síntoma más común de esta época.
estamos rozando el totalitarismo. todo el mundo soy yo, yo y yo...
fatigue...
la otra razón es si el hecho de vivir en mundos tan concretos, tan ligados al bienestar más básico, disminuye la creatividad, no lo sé. lo cierto es que me hago muchas preguntas de lo que significa escribir en estos tiempos, pensar en la literatura como hasta ahora la había pensado. ¿sigue siendo posible una vida dedicada a ella, y para quiénes? muchas preguntas, pocas respuestas...
si no fuesen algunos libros, algunas lecturas, algunos viajes interiores arrancados al exterior como sea.
esa capacidad heurística la estoy perdiendo, tal vez sea eso. no lo sé...
no hay fatalismo en lo que digo, es un constato. cuando empecé este blog dije: será como un diario personal que será leído en línea. pero ahora pienso: de verdad le importa al mundo lo que pasa en mi vida, no es una pedantería pensar eso? y recuerdo a Nathalie Sarraute cuando me confió que escribía justamente porque en su vida no sucedía nada, y que estaba harta de los periodistas que pensaban que su vida era, o había sido extraordinaria, lo extraordinario solo sucedía en los libros. pues bien, hay muchos tontoas que piensan que sus vidas son extraordinarias y las exponen constantemente sin ningún pudor, pues bien, creo que ha llegado la edad del pudor, de saber medir qué decimos y qué no, tal vez una etapa de silencio. no significa que abandonaré el blog, pero sí que tal vez demore más en escribir, el rigor me obliga...
allons y alonso
4 commentaires:
Hola Patricia, nunca he dejado de leerte, aunque me haya alejado de mi propio blog.
Hace poco regresé y no se siente igual, fb y twitter han matado el diálogo, pero al mismo tiempo, como dices en este blog, escribir es como respirar. A veces los lectore somos culpables por dejar que quien escriba no obtenga respuesta. Y como siempre he creído, no hay nada que incentive más a un escritor que el darse cuenta que alguien lo tiene presente, aunque sea una o dos personas, eso no importa, pero uno siempre quiere escribir para alguien.
Ahora que anuncias que escribirás con menos frecuencia, me apena ya que siempre te sigo, pero a la vez, uno se lo tiene merecido por no comentarte durante tanto tiempo. Los escritores, tal como las plantas, necesitan atención.
Un abrazo espero que no te desanimes. Los blogger retornarán algún día, fb y twitter no nos satisfacen completamente.
Au revoir!
gracias Baakanit,trataré de seguir estando muy presente, sin muchos repliegues, un lector valepor todos...
Desde este pequeñito "coin" africano y azul se te lee, querida.
gracias, azulponiente...
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