creo que siempre es difícil aceptar ciertas confesiones de orden personal. Pero es imposible no hacerlas. Es como borrarle el rostro a lo que se vive, y es siempre un ocultamiento. Por ejemplo, establecer comparaciones puede parecer ingrato, pero es parte del trabajo de reflexión, ayer que tomaba un taxi y luego un "pecero", el equivalente de las "combis", me preguntaba por qué en Lima, en el Perú, no hay una voluntad política que se decida a organizar y mejorar el transporte público. Yo siento que es una ofensa para los usuarios, un maltrato constante tener que servirse de combis, y también los taxis, que no están en buen estado, que no sosportan los códigos de tránsito y que ignoran lo que es un servicio.
Lo he pensado y lo escribo porque en muchos años, el transporte público een el Perú no ha cambiado, tal vez cuando se termine el metropolitano, las cosas cambien un poco... pero es tan lento!
Los latinoamericanos compartimos eso en común. Nuestro transporte es una porquería. Lo peor de todo es que existen sindicatos que boicotean cualquier mejora que se quiera hacer y no acepta que otras compañías provean el transporte que ellos deberían proveer. En mi país sucede esto. No sé que tal sea el transporte en París, pero en NY a pesar de sus deficiencias, cuando se compara con latinoamerica es un transporte cinco estrellas.
RépondreSupprimerSaludos