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jeudi, janvier 26, 2012

el encantamiento

sigo bajo el efecto de la belleza de La habana
camino bajo el sol, caminamos
nos detenemos en una plaza
Plaza Vieja,
La catedral
una mujer vende flores,
el rostro es audaz
marcado
duro
sé que estoy en una burbuja
los privilegios de los extranjeros
una casa con un espléndido jardín e Internet
la respiración acelerada de emoción
un baño en el mar, lento, cargado de imágenes
me gsutaba bañarme así con un hombre
en playas distintas
en medio de una ruta al sur
tengo la retina cargada
el corazón feliz y estable
una conversación larga con mi amiga escritora
en una plaza
los mismos tiempos
las mismas risas
la misma inocencia..
clavada en la habana

lundi, janvier 23, 2012

La habana en enero

Las calles llenas de gente,
el centro histórico,
las piedras inmóviles
el tiempo
el pasado hablante
una mancha en la tierra
un lugar detenido en la caida del tiempo
pasos,
gritos
quejas
sonrisas
una plaza
mujeres llenas de colores
con flores en el pelo
de dientes blancos
la calle empedrada
el sueño del futuro
sin realizarse
autos de antología
colores
el mito
sin paradigma científico
La habana
un día un hombre me dijo: ya verás lo que sentirás en el La habana
un día iremos y recorreremos calles
haremos el amor en un zaguán
hay parejas en las esquinas
extranjeros, cubanos
los hombres fuman puros en las esquinas
más allá el mar
el hermoso mar desde el cengtro histórico de La habana
la casa de Lezama LIma
la casa de Wilfredo Lam
el café,
la librería
y la respiración acelerada
la retina carga toda esa belleza
y la cabeza piensa que debe organizar toda esa belleza
clavarla en la historia
en el tiempo
o en la mejilla
como un beso tibio

vendredi, janvier 20, 2012

En route a...

En camino a La habana, no puedo imaginarme cómo puede ser llegar a un país cerrado, no sé qué se puede llevar, qué no, pero mi curiosidad es enorme.

termino de hacer una maleta, comprendo que viajar es la esencia de la vida: siempre estamos de paso.
pienso en mi amiga allá, en aquella que no viene y que tal vendrá. encontrarnos como lo hicimos en Roma y en Londres, en un lugar tan distinto.
esta mañana en conversación con mi madre:
- no sé si te pueda llamar, creo que cuesta mucho. te escribiré...
-es cerrado, no?
-hay controles. no me imagino cómo será...
siento la perplejidad de mi mamá. hasta anoche no me imaginaba que hoy puedo estar allí.
diez días sin hablar con mi madre, con quien converso a diario...
tengo muchos programas de france culture grabados en el ipod, de podrá llevar?
por una vez no estará mal prescindir de esos dispositivos, conectarse poco, existir de otra manera...

sigo escuchando el programa sobre Pierre Bourdieu...
y luego, Maquetía, en la Guaira...


mercredi, janvier 18, 2012

La indulgencia

La indulgencia tiene que ver con una identificación con el sujeto que la inspira. En ese sentido, mi post anterior significa que de alguna manera mi identificación ha sido siempre inmediata. ahora sucede que siento que esa indulgencia me hace saltar espacios, disimular cosas que no deseo ver o nombrar. esa indulgencia se me hace falsa, es solo una forma de no aceptar ciertas cosas. no quiero empalagarme con mis frases, porque me empalago con la de los demás... es una exigencia de coherencia, de honestidad y valentía intelectual. ¿cuántas veces he leído cosas terriblemente pretenciosas y fofas, y cuántas veces no he dicho nada? Es que me ponía inmediatamente en el lugar de la otra persona y no lograba despegarme. sigo pensando que todo trabajo merece respeto, pero la ingenuidad disimula mucha veces la vanidad. y es a eso a lo que me refiero cuando pienso que no debo participar de una fiesta que no es mía, que no son mis aguas. cada vez entiendo más a ciertos escritore@as que deciden apartarse. quizás apartarse no significa callar, pero saber cuándo hablar... voila, suficiente carga por hoy...


Los silencios

Me preguntaba por qué siento menos ganas de escribir en mi blog. tengo algunas pistas. la primera es que siento que una palabra, un discurso cobra sentido en el diálogo, y que este está bloqueado, saturado de mensajes, lo que relativiza el interés de lo que escribo. además, hay otra pregunta, hablar y hablar, sin que haya respuesta, es un poco esquizoide. al menos, yo, lo siento así. de otra parte, creo que las cosas que he ido diciendo están cobrando su cuota en mí. si realmente los lectores desaparecen poco a poco, si nos llenamos de ausencia (lo que relativiza el sentido) ¿por qué seguimos escribiendo? ni hablar de convertirlo en un automatismo, en un reflejo, espero que siga siendo vital. la homogenidad de las redes es también lo contrario de un estímulo, y es curioso, asisto a esto como a un proceso lento, un poco desesperado y a la vez sereno. creo que tendremos que adecuarnos a otras formas, sin que por eso renunciemos, aunque es cierto que siento menos ganas de opinar. es como si estuviera conteniendo la respiración! y no sé muy bien por qué... reservo un espacio a la epifanía (que se da cada vez menos) al palincesto, que sale en mis textos destinados (hasta ahora) a ser publicados.

esta mañana escuchaba la lucha de ciertos sectores contra un pensamiento único. creo que esos espacios donde la palabra se recupera y cobra sentido, escasean. los discursos se me hacen repetitivos, reiterativos, absolutos y cerrados. la imagen que voy a describir es un ejemplo. entras a una sala de espera, todo el mundo está con sus ipods, iphones, blackberrys, todos abstraídos, su mundo es absoluto, cerrado y solitario, el elemento más común, cualquier detalle doméstico se convierte en una identidad, una forma de distinguirse. todo el mundo pasea su vida privada en sus dispositivos y el mundo exterior, los demás, desaparecen. nadie se miraba, nadie se hablaba, la escena era de un autismo que se ha convertido en el síntoma más común de esta época.

estamos rozando el totalitarismo. todo el mundo soy yo, yo y yo...

fatigue...

la otra razón es si el hecho de vivir en mundos tan concretos, tan ligados al bienestar más básico, disminuye la creatividad, no lo sé. lo cierto es que me hago muchas preguntas de lo que significa escribir en estos tiempos, pensar en la literatura como hasta ahora la había pensado. ¿sigue siendo posible una vida dedicada a ella, y para quiénes? muchas preguntas, pocas respuestas...
si no fuesen algunos libros, algunas lecturas, algunos viajes interiores arrancados al exterior como sea.

esa capacidad heurística la estoy perdiendo, tal vez sea eso. no lo sé...

no hay fatalismo en lo que digo, es un constato. cuando empecé este blog dije: será como un diario personal que será leído en línea. pero ahora pienso: de verdad le importa al mundo lo que pasa en mi vida, no es una pedantería pensar eso? y recuerdo a Nathalie Sarraute cuando me confió que escribía justamente porque en su vida no sucedía nada, y que estaba harta de los periodistas que pensaban que su vida era, o había sido extraordinaria, lo extraordinario solo sucedía en los libros. pues bien, hay muchos tontoas que piensan que sus vidas son extraordinarias y las exponen constantemente sin ningún pudor, pues bien, creo que ha llegado la edad del pudor, de saber medir qué decimos y qué no, tal vez una etapa de silencio. no significa que abandonaré el blog, pero sí que tal vez demore más en escribir, el rigor me obliga...

allons y alonso

vendredi, janvier 13, 2012

Internacionalistas y nacionalistas

Yo no sé si podemos establecer divisiones tan claras entre derecha e izquierda bajo los moldes tradicionales. Muchas personas consideran de izquierda a toda persona que se involucra en una lucha colectiva, que hace uso público de su derecho de ciudadanao para contribuir a una idea de justicia social, y se alinean los de derecha en una dinámica individualista, que asume cree que hay un avance social propio al desarrollo económico, etc.. pero, sin hacer una caricatura, hay una diferencia fundamental entre las personas que se consideran de izquierda y los derecha, una sensibilidad hacia la vulnerabilidad de los demás y hacia su sufrimiento, sea cual sea el país y sea cual sea su cultura.
Si solo somos capaces de conmovernos por las cosas que le suceden a quienes son próximos afectivamente y la indiferencia se instala cuando no podemos inscribirlos en nuestro mapa, es que algo no anda bien.
Toda lucha por los derechos de la mujer es una lucha internacional, no solo nacional. Toda lucha por los pobres es también por los pobres de nuestros países y del otro extremo del mundo.
No entiendo la causas solo nacionales, y las revoluciones nacionales, son temibles.
Ahora que los nacionalismos resurgen en todas partes, en Francia un 32 % de franceses siente nostalgia de sus valores tradicionales, es decir, de una imagen que ellos se han creado de su país y que no desean cambiar por ninguna otra. Es lo que sucede en el Perú cuando se siente una gran nostalgia por las tradiciones populares ahora completamente mestizas. Y es lo que sucede en Venezuela cuando se piensa un país homogéneo, capaz de convertirse en un bloque fuerte. Esa fortaleza tiene que ser justamente dialéctica, dialogante y nunca cerrada, porque cerrarse anuncia la asfixia. Los pensamientos doctrinarios sustituyen a le religión, y la religión siempre aturde la religión, no solo es opio, sino una venda para no asumir la autocrítica y la autonomía...

.......

sueño últimamente mucho con agua, aguas claras que interpreto como pensamiento claro. siento que muchas cosas se colocan, incluso en la escritura, lentamente, como piedras sólidas y mudas.

lundi, janvier 09, 2012

La desaparición de la lectura

Acabo de terminar un nuevo libro, cada vez más conciente de que entramos en otra época, a lo mejor sin libros, sin lecturas.
hay varias razones por las que pienso que la lectura será cada vez más rara. la primera es la falta de curiosidad general y un dominio de la indiferencia, tendemos a pensar que lo que vivimos, lo que nos sucede, es lo más importante en la vida. hay un universo absoluto que se afirma en el "yo opino" desde el anonimato y el silencio, la soledad de esta época es rotunda. nuestra idea de autonomía virtual (ese desfile por el espacio inmaterial del Internet) nos ha también desencarnado, nos hace flotantes e invisibles ante los demás. por ejemplo, los mensajes han sido reemplazados por los comentarios del FB o el twitter, en el apuro y la opinión sumaria. tendemos a dedicar poca atención a lo que leemos, no porque nuestra capacidad haya disminuido, sino porque estamos saturadoas de mensajes y de información. si no sabemos decir, NO, el bombardeo es brutal y resulta imposible saber qué leer. Esa saturación de información es como la televisión excesiva, nuestra curiosidad se reprime y se convierte en una prolongación repetitiva de clichés, tenemos la impresión de ver siempre lo mismo. y nos hacemos pasivoas y parasitarioas.

ante la falta de curiosidad y atención (para qué si el mundo se ha convertido en un espacio plano, y sin sorpresas?) y la falta de atención, la lectura es una exigencia casi sobrehumana. no solo estamos recibiendo una cantidad enorme de historias y narraciones inmediatas  a través de las redes sociales, sino que no podemos salir de ellas. es un laberinto y no hay hilo que conduzca a la puerta de salida!
leer, exige una concentración mínima que el tiempo de empleo contemporáneo no permite, además de la mano del hiperrealismo de esta época. la ficción se nos hace pedante y pretenciosa, ¿cómo podemos privilegiar la imaginación de una sola persona cuando hay cientos que nos hablan en los medios, quién ha dicho que los y las que escriben tienen el poder de representar mejor la realidad, mejor que los blogs, quién lo determina?

la autoridad en esta materia se ha relativizado, los críticos desaparecen, las universidades no son el único centro de distribución de saber, tampoco son solo loas escritores quienes puedan hacernos soñar y pensar. en este contexto, la idea de que desaparezcan los derechos de autor@, no me parece exagerada, la multiplicación de dispositivos acelera el proceso. las artes plásticas son un pequeño ejemplo, ahora nadie pinta, es casi una arcaísmo, lo que funcionan son las instalaciones.
o sea, escribir, construir una ficción, será cada vez más un gesto de generosidad. ni reconocimiento ni fama, y menos dinero (se multiplicarán las lecturas, las intervenciones, pero los copyrights, tal vez desaparezcan), el trabajo de escribir será una actividad vital. aquellos y aquellas que siguen soñando con la celebridad, llegaron tarde, estamos en plena transformación y es toda una lección de humildad que tal vez haga que la literatura abandone el mercadeo, entonces resistirán las verdaderas escrituras.

termino un libro, y sé, me acerco a esa idea, sentirme satisfecha con el trabajo en sí mismo, no esperar nada. el ruido es enorme y. en medio de tanto alboroto, nadie presta atención. sería absurdo esperar lo contrario. por ejemplo, Francia, que siempre ha sido un enclave espiritual, con una alta producción de arte y literatura, vive una etapa tecnocrática. se acabaron los discursos humanistas, menos literarios, impera el pragmatismo y la voluntad de defender a la "república de las letras" no resistirá por mucho tiempo.   sobre todo si mucha gente conservadora sigue viendo a la literatura como un fenómeno de elite. somos pocoas loas que defendemos la idea de que la literatura es vital y nada del otro mundo, porque, a fuerza de andar diciendo que es compleja e inaccesible, nadie se acercará a ella.  además, el hecho de crear meta-ficciones, que se alejan de la manera de vivir de las mayoría, genera más distancia y menos ganas de sumergerse en una ficción.  en realidad son muchos factores que exigen reflexión. el lenguaje es también una interpelación sobre le lenguaje, pero cuántas personas que escriben lo entienden así?  a veces, solo hay textos alienantes y alienados, una repetición maniquea y floja de la realidad... dirán, pero, en qué estamos entonces, hay que reproducir la realidad, o hay que inventarla? no podemos inventar totalmente nada, pero podemos tratar de inyectarle a lo que escribimos un máximo de nuestra fuerza vital, comprometernos sin cobardía intelectual, jugar la partida el final. ese será el reto, la apuesta ciega y arriesgada que, de alguna forma dará un valor justo a la literatura.

jeudi, janvier 05, 2012

recorrer escribiendo

poner punto final a un texto, pensar que puede seguir, recorrer más experiencias...
rozarlas con el lenguaje y fijarlas para siempre
luego, una vez que se pone punto final, la incertidumbre,
qué va a suceder, quién lo leerá, lo honrará con su presencia?
finalmente escribir, siempre es entregarse...

la tarde es húmeda y solitaria, y escribo la fecha, digo que estoy en Caracas, es una forma de reconocerme...

nadie me quita el placer de sus escritura, nada ni nadie.
es tan egoísta.

mardi, janvier 03, 2012

El horror ecológico

Regreso de unos días en los cayos del parque nacional Morocoy, parque nacional de Venezuela. Fuimos con mucha ilusión, al menos, yo, imaginé toda una aventura, y qué aventura!. La verdad que este parque es una reserva  natural importante, con playas hermosas de arena blanca y cocoteros, aves de todo tipo, corales, peces de colores... es, sigue siendo, pero dejará de serlo muy pronto porque están al borde de la catástrofe ecológica.
tal vez la ecología se haya convertido en una nueva religión, eso no significa que no hayamos violentado todo el planeta volviéndolo hostil, inhospitalario (hay que ver las temperaturas en verano, los diluvios, etc) y pronto, más inhabitable...
es la impresión que he sentido en Chichiriviche, una naturaleza abrumada, destrozada por el consumo humano. cientos de botellas, de bolsas de plástico, de tapas de botella, flotando en el puerto de embarque para los cayos, luego, en los mismos cayos, en pleno parque nacional, bolsas reventando de basura cada diez metros, botellas de todo tipo, mientras alguna ave de paraíso venía a recordarte que ese era un lugar equilibrado  pero que ahora se ha c onvertido en un centro de intercambio de estereoptipos, lo que se podría llamar "la ideología de la playa". Todo el mundo va al mar, pero no a disfrutarlo sino a proyectar una imagen y a intercambiarla.
Lanchas, yates y botes flotando en el piélago. Música a todo volumen
guerra de música
mujeres con senos en silicona (me dice una amiga que cada 4h, una mujer se opera de los senos en Venezuela) bailando, bebiendo alegremente, primero piensas: qué bien, cómo se divierten, luego, la imagen se repite tanto y con tanta histeria, que no sabes qué hacer...
las calles revientan de gente, todo el mundo transporta su nevera con cervezas y otras bebidas dependienedo del estatus social

vamos a cayo pescadores, en bote, el paisaje a cortar el aliento. la playa, hermosa, pero de pronto, oh oh, de nuevo esa música estridente, empiezas a caminar y la basura, más basura...
regresar al pueblo pensar en comer una langosta, pero el laberitno es tal, que me desestructura inmediatramente... no puedo con el ruido, me vuelvo esquizofrénica...
el retorno es todavía peor, miles de autos en las carreteras, con gente que corre a  las playas, aprovechando el periodo más largo de vacaciones...dispuestas a soportar el estrés de horas y horas de espera acariciando la imagen que después podrán mostrar como la imagen idílica de las vacaciones. }
yo lo entiendo, es simbólico y el mar es delicioso, pero están ciegos o qué? no ven que las playas están enterradas de botellas, que el ruido no deja descansar un segundo, que si se bebe demasiado no es tanto por hybris que por vacío? Definitivamente hay dos países en este lugar, es casi surrealista, es decir, nunca imaginé tanta gente en ese mismo estado, compartiendo los mismos códigos, las mismas poses, los mismos gestos. Hay una mímesis colectiva que de hecho funciona, pero la depredación como resultado es inquietante, es de una inconciencia sorda, torpe, necia.

lo peor de todo es que ya existen experiencias crueles: la España de la Costa del sol, Acapulco y Cancún en México (donde hay el índice más alto de suicidios, les dice algo?), son los que me vienen a la mente...

si la noche del 31 cenaba pensando en los cayos como un lugarde paseo, de juego y silencio, regresé pensando que si no hacen nada en Venezuela, estos lugares serán solo la imagen caduca de un sitio paradisíaco, convertidos en inhóspitos y destrozados por la horda aturdida de veraneantes que no ve en la naturaleza más que una proyección de sus necesidades de tarjeta postal, una imagen industrial de lo que significa disfrutar, el placer, y sobre todo el cuerpo, ahora más mercantilizado que nunca, si no pregunten a estas jóvenes náyades que piden como regalo de quince años un par de senos en silicona... y si los homnbres se pusieran a pedir algo por el estilo a sus madres?